Anna es una mujer normal de treinta y dos años a la que de repente comienzan a hinchársele los pechos de helio. Empieza a flotar por el aire, pero no mucho, solo quince centímetros. Va al médico y el médico le dice que es una situación rara, pero que no le afecta, realmente, a la salud. El médico le receta Gelocatil y le dice que probablemente se le pasará en unos días.
Anna continúa con su vida normal. Va a trabajar, a comprar, al cine…, produciéndose situaciones muy divertidas, como el momento en que en la oficina hace una fotocopia y le sale mal, o cuando se equivoca en el supermercado y en lugar de comprar cerveza normal compra cerveza sin alcohol.
Tras un altercado con una criatura abisal, Anna conoce a Stuart y tiene una relación con él. Pero Stuart engaña a Anna con Sophia, una empleada de farmacia cuya talla de pie es la 36. Anna lo descubre y se separan, cuando ella creía que Stuart era el hombre de su vida, con el que más series de Netflix había visto, más cicatrices con un punzón se había hecho en la espalda y más palomitas con caramelo se había comido nunca.
Tiempo después, Stuart rompe con Sophia al darse cuenta de que, en realidad, la talla de su pie no era la 36, sino la 35 y medio. Le arranca el pie y lo lanza contra un espejo. Este se resquebraja, lo cual hace enfadar a Sophia, quien, cojeando, le cuenta a Anna (que ha comenzado a ver series de HBO Max y a comer palomitas saladas) lo sucedido. Stuart la sigue, discuten, Sophia se marcha (apoyándose en una ducha portátil del Lidl a modo de muleta), mientras Stuart le suplica a Anna volver.
Sin embargo, Anna ha empezado otra relación con un montador de persianas llamado Henry, con el que lee en voz alta e interpreta cuentos de Yasutaka Tsutsui.
Stuart no se rinde. Visita regularmente a Anna, sobre todo en la ducha, le regala boniatos y le escribe poemas que son, en realidad, copiados de Bukowski.
Finalmente, Anna vuelve a enamorarse de Stuart y abandona a Henry quien, muy dolido y desolado por la ruptura, al cabo de cuatro horas y trece minutos, empieza a salir con Carmen, vendedora de productos cosméticos hechos con aceite de oliva.
La relación parece ir bien, sobre todo porque Carmen accedió a ponerse una fotocopia a color de la cara de Anna sobre su propia cara. En un despiste, Henry no le recortó la parte de los ojos a la fotocopia, lo cual provoca que Carmen se caiga y tropiece con otras personas todo el rato.
Un día Carmen le pide a Henry que pruebe un antiarrugas para las patas de gallo y, al aplicárselo, Henry sufre una erupción y descubre, tras una larga investigación que implica a unas criaturas sin ojos venidas del espacio, que en realidad los productos cosméticos de Carmen no están hechos con aceite de oliva, sino con grasa humana de niños sudaneses, a los que Henry es alérgico.
Esto lleva a Henry a dejar a Carmen, quien se marcha a Burundi, de donde le ha llegado una oferta de niños 3 por 2.
Como es incapaz de olvidar a Anna, Henry termina por dejar su trabajo, vender su casa, a sus dos gatos (Mimi y Schwarzenegger), a su perro Caquitas, a su galápago leproso Cachitos y a su tía Regina, con tal de emprender una nueva vida en el Syrah Wine Barde de Alicante.
Henry se dirige al aeropuerto, pero en el último momento, Anna (mientras cocina un revuelto de espárragos con almejas) se da cuenta de que él es el amor de su vida (es mucho más gracioso, su pene es más ancho y sus sobacos huelen mejor que los de Stuart).
Utilizando sus senos de helio, Anna salta por la ventana de su ático en el edificio Central Park Tower y flota hasta el aeropuerto, donde se deja caer en medio de la pista donde el avión de Henry está a punto de despegar.
Anna no lleva camiseta, y eso hace que al piloto del avión (Frank Thomson) se le derrame el café hirviendo en los testículos, lo que provoca a su vez que pegue un volantazo estrellando el avión contra la puerta 11 de la terminal 3, provocando treinta y nueve muertos, ochenta y seis heridos de diversa consideración y siete larvas gigantes, que iban a ser enviadas para un experimento ruso, calcinadas.
Anna es condenada a nueve años de cárcel y Henry le escribe cartas y la visita a diario. Anna, por buen comportamiento y gracias a su habilidad para flotar con sus senos (lo que le permite fregar los pasillos de la cárcel más rápido que nadie y sin dejar huellas de pisadas), consigue salir de prisión 3284 días después de haber entrado. Una hora después, Anna y Henry se casan.
La vida del matrimonio es feliz. Tienen tres hijos: Carol, James y Grefgtss4478.
Anna sigue con los pechos inflados de helio (lo cual hace que cuando da de mamar a sus hijos, lloren de forma muy aguda haciendo que los perros del barrio aúllen como locos y también provocando que salten las alarmas de tiendas y vehículos).
Un seis de noviembre, cuando Anna, Henry, James y Grefgtss4478 están celebrando el noveno cumpleaños de Carol, el pecho derecho de Anna empieza a inflarse. Antes de que Carol pueda apagar toda las velas, el pecho de Anna explota causando la muerte de toda la familia. La onda expansiva destruye una nave espacial con una especie de erizos mutantes del espacio exterior.
Por su parte, Stuart muere de una sobredosis de cocaína y heroína en Glencoe Village, Escocia. Sophia se compra un camión Freightliner Cascadia, realizando la ruta Tucson-Phoenix. Carmen es arrestada por contrabando de niños y condenada a catorce días de cárcel.
