1. Si los humanos van a comer, aprovecha cuando estén sentados a la mesa y con el plato por delante para hacer caca. Una vez hayas soltado tus truñitos, rasca la pared o suelo del arenero como si quisieras hacer un agujero hasta el otro lado del planeta Tierra y te fuera la vida en ello. Dedica todo el tiempo que necesites. Por supuesto, deja la mierda sin enterrar.
2. Ponte frente al televisor o monitor si los humanos llevan mucho rato mirándolo. Afila tus uñas en él y colócate de tal manera que no puedan ver bien la pantalla ni leer los subtítulos de su serie favorita.
3. Cómete la planta que los humanos han estado cuidando desde el invierno pasado justo cuando empieza a florecer. Retira con tus zarpas toda la tierra que puedas del tiesto y espárcela, especialmente, por debajo del sofá. Minutos después, vomita la planta semidigerida sobre una alfombra a tu elección. De no haberla, súbete al sofá y vomita en él.
4. Duerme todo el tiempo, excepto cuando los humanos duerman, circunstancia que debes aprovechar para caminar sobre sus piernas, torso y cabeza en cualquier momento y tantas veces como quieras.
5. Ponte delante de la puerta que da al balcón (o terraza) y maulla para que los humanos te la abran. Luego, no salgas. Cuando los humanos cierren la puerta, vuélvete a poner delante y maulla otra vez. Haz esto especialmente cuando los humanos estén sentados haciendo cualquier tarea y, sobre todo, en esos días de mucho frío en los que se meten bajo una manta con una estufa al lado.
6. Si hay algo al borde de una mesa, tíralo al suelo. Después, busca otra cosa y tírala también. Mete esas cosas que tiras al suelo en lugares donde los humanos no puedan volver a encontrarlas jamás.
7. Si ves una caja vacía de cartón, métete dentro y juega como si fuera lo más divertido del mundo. Pero si los humanos te compran una estructura multinivel con postes rascadores, dos plataformas, una cueva, una hamaca, dos pompones, disponible en varios colores, ignórala. Cuando después de cinco años de tener ese armatoste ahí ocupando sitio e incordiando en el comedor, los humanos dediquen dos horas desmontándola para tirarla a la basura (porque no se puede bajar entera ya que no cabe por la puerta de lo grande que es y ninguna protectora de animales ni nadie con dos dedos de frente la quiere) y la dejen en el rellano, entonces (cuando abran la puerta de la calle para bajarla al contenedor) métete en la cueva de felpa y empieza a saltar entre plataforma y plataforma y juega con los pompones que están tirados por el suelo. Si los humanos (tras dos horas más y una discusión que ha puesto en grave peligro una relación de veinte años) vuelven a montar la estructura multinivel y a colocarla en el mismo sitio del comedor (porque una parte de la pareja piensa que ahora sí vas a jugar muchísimo), por supuesto, ignórala. Luego, ve a hacer caca y rasca la pared (o suelo) del arenero como si quisieras hacer un agujero hasta el otro lado del planeta Tierra y te fuera la vida en ello. Por supuesto, deja la mierda sin enterrar. Después, súbete al sofá y vomita las hojas de la planta que te acabas de comer.