Temporada de bodas: compra ya tu entrada al peor festival de este verano

Casarse consiste en crear un entramado económico que te ayude a recuperar el dinero que previamente te estafaron. Cuando le explicas a alguien de fuera de España como funciona esta estafa piramidal se preguntan en qué habremos invertido las ayudas y los fondos europeos. Y se dan cuenta de lo mal que estamos si tenemos que seguir engañando a nuestros amigos para poder pegarnos el último día de desfase de nuestras vidas.

Antiguamente tus padres se casaban con un menú compuesto por croquetas y embutidos variados sabiendo que como mucho pillarían una yogurtera y un sobre del tío Manolo que era el único que tenía posibles. Y les daba igual. Bueno igual, igual, seguramente no les daba, que todo es felicidad cuando empiezas a pagarle copas de borrachera a todo el mundo hasta que al día siguiente te despiertan las notificaciones del banco.

En fin, hoy en día, el altruismo bodil de antaño ha desaparecido. Pocos momentos pueden ofrecer más pánico que recibir una invitación. Mucho más si te llega a tu buzón ¿qué clase de psicópata sigue enviando cartas? Abrirla con resignación, leer el día (se te va a olvidar), el lugar de celebración (probablemente esté a tomar por culo) y puede que hasta incluso haya dress code. Como si tú no fueras elegante siempre…

Cuando crees que nada podría ir peor, mientras cuentas mentalmente a cuantos viajes, cenas y escapadas de fin de semana tendrás que renunciar por el capricho de dos personas que claramente tienen una crisis de madurez, se cae una tarjetita. ¿Qué es esto? Ah sí…el número de cuenta.

Tan sutil como violento. ¿Te imaginas organizar una cena en tu casa y pedirle a la gente que no solo pague la comida si no que aporte algo más porque vas a poner platos, cubiertos, vasos…? Bueno en Italia lo hacen, se llama coperto pero allí puedes comer viendo el Coliseo y en la boda de tu amiga como mucho verás a su tío perder el peluquín cuando vaya borracho.

Si no supiste ver la toxicidad en tus amigos cuando empezaron a pasar los sábados por la noche viendo documentales de asesinos en serie, tal vez sea demasiado tarde. Ahora te han atrapado en su red criminal y la única forma de escapar es conociendo a alguien en esa boda que también haya ido sin pareja y con quien puedas crear una alianza, casaros y así recuperar el dinero que os acaban de cobrar por una reducción de no sé qué con patatas paja que son mucho más finas que las normales. Mientras pincha música un Dj que jurarías que estuvo el sábado pasado amenizando la hora infantil que hacen en la piscina de la urbanización donde los recién casados se han mudado. Puta vida, te han timado.

Como alternativa a esta red de blanqueo de “cosas supuestamente divertidas que en realidad son una puta mierda” puedes volver a la cafetería de la universidad, pedirte una cerveza y tratar de conversar con los alegres jóvenes que disfrutan al sol. Seguro que valoran tu sabiduría, consejos y el aguante que sigues teniendo para el alcohol. Y no les resultará nada extraño que lleves la gorra para atrás y por el agujerillo te asome el pelo canoso.

Zulay Montero
Zulay Monterohttps://zulaymontero.com/
Escribo porque si no mi cabeza explota. Storyteller o cuentacuentos con muchas ideas y muy poco tiempo. A veces...yo que sé.

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