En un panorama tan saturado como el del Infant Death Metal, plagado de cacofonías que repiten los mismos patrones sin descanso, emerge de su trona Nursery Agoraphobia, y lo hacen poniendo los puntos sobre las íes.
En su aclamado noveno álbum de estudio, «Toddler Massacre», los de Caldes de Montbui no decepcionan y hacen gala de la brutalidad que les caracteriza, convirtiendo este trabajo en una oda a los aspectos más sombríos de la infancia, un desafiante escupitajo teñido con la sangre de la dentición en el rostro de la conformidad musical. En el primer sencillo, que da nombre al álbum y vio la luz a principios de septiembre, observamos cómo el quinteto subía las apuestas y auguramos lo que podría ser su trabajo más feroz hasta la fecha. La confirmación llegó el pasado martes con el lanzamiento de los 10 cortes envenenados que componen este álbum, una especie de artefacto de ingeniería para niños mayores de 6 años, del cual esta redacción se ha vuelto devota desde que escuchó el primer acorde.
Pol Capdevila, cantante, xilofonista y líder del grupo, más conocido por su nombre artístico Paul Chainsaw, abrió su corazón a este medio hace unos meses en una entrevista. En ella, hablaba de los temas que le inspiran a escribir, como la frustración con la autoridad y «los deseos de venganza sangrienta que uno siente cuando sus padres no le permiten comer más que un poquito de helado de postre, mientras ellos claramente se comen el bote entero», citando al artista. Las letras del álbum nos recuerdan por qué son la voz de una generación, abordando temas tan delicados y presentes en la sociedad como la adicción a la leche materna y los estragos de la abstinencia.
En la parte instrumental, los hermanos Dinieri, encargados de las guitarras de la banda, nos deleitan con una selección de riffs afilados y complejos. Mientras tanto, Marta “Brazos-Laxos” aporrea la batería con la furia de quien es vacunado y privado de una piruleta. El bajista, Vicenç Bibiloni, tiene su momento de protagonismo en la pista instrumental “Acuerdo Contractual”, donde el bajo se escucha por primera vez en un álbum de estudio desde la formación de la banda.
Mezclado por Jonathan Bryson y masterizado por Ed “Blast-it-all” Raniero (conocido por su trabajo con Sugar Catharsis, Emperor, Cut-E-lephantosis), y registrado en los estudios Hell Hole, la banda repite colaboración con Pau Donés Jr. Este productor, que los acompaña desde su tercer álbum “Anarchy in the Nurse-r-a” (2018, Nuclear Blast), también ha firmado nuevos clásicos del género como «DooDoo Attack» de xCoprophagic Youthx y «Blooded Pijamas» de 18 Month Afterpill, además del disco en solitario de Rogé Emblanes. Emblanes, ex-bajista de la banda, arrasó en todas las fiestas de cumpleaños de la temporada pasada, captando la atención de la prensa y del público tras darse a conocer la noticia de su trágica muerte a los 27 meses de edad a causa de una sobredosis de Apiretal.
En resumen, el último álbum de Nursery Agoraphobia es un tour de force en el mundo del Infant Death Metal, un rafagazo de diarrea que te llega a la nuca. Con ‘Toddler Massacre’, Nursery Agoraphobia no solo confirma su lugar en la escena del metal, sino que también desafía y redefine los límites del género, prometiendo ser una influencia duradera y una fuente de inspiración para las futuras generaciones de músicos. Si aún no quieres catarlo, es que te has caído de la cuna.