Lunes 02/09/2024: Tras un mes y medio de auténtico suplicio teniendo mucho tiempo libre, llega por fin el momento de volver trabajar, lo cual hago en condición de subcontratado. Perdón, de persona subcontratadizada. Pese a que voy con tiempo, llego tarde porque Google Maps me guía hacia un edificio que no existe.
Jueves 05/09/2024: Pepe me comunica que mi móvil de empresa está listo para ser recogido. Además, Otilio me facilita el número de teléfono y los códigos PIN y PUK de la tarjeta SIM.
Viernes 13/09/2024: Paso por la oficina de mi empresa (que, por suerte, está a unas calles de mi trabajo, en la misma parada de metro) para recoger el móvil. Es un edificio muy moderno y yo, al más puro estilo Paco Martínez-Soria, no sé usar el ascensor. Aún no sé cómo he conseguido subir. Recibo un iPhone y una tarjeta SIM. Averiguo por fin cómo usar el ascensor y consigo bajar sin problemas. Ya en mi trabajo, voy a desbloquear la SIM y los códigos PIN y PUK son diferentes a los que se me habían proporcionado. Se lo comunico a Otilio y me doy cuenta de que el número de teléfono, que estaba apuntado a mano junto al móvil y la SIM, tampoco es el mismo.
Lunes 16/09/2024: Segunda visita a la oficina de mi empresa para que me desbloqueen la SIM. Tras esperar un rato mientras Pepe, técnico de IT preguntaba qué hacer, decido dejar el móvil y quedamos en que lo recogeré mañana. Más tarde, Pepe me dice que ha habido un error y me corresponde un Samsung, lo cual agradezco porque no me gustan los iPhone.
Martes 17/09/2024: Tercera visita a la oficina de mi empresa, a la cual llamaremos T.I.A.. Pregunto por el móvil, pero hay una recepcionista sustituta y no sabe nada. Tras un rato haciendo llamadas preguntando, lo acaba encontrando y me lo entrega junto a una tarjeta SIM. Sinceramente, no sé si es la que debo tener según Otilio, porque al encender el móvil, veo que está terminando un restaurando de fábrica, tras el cual hay que introducir un PIN o la dirección de email del anterior usuario, lo cual es un sistema de seguridad de Android. Aviso a Pepe.
Jueves 19/09/2024: Pepe me responde y me dice que en la tarjeta que contenía la SIM está el PIN. Me veo teniendo que explicarle yo a el cómo funciona este sistema de seguridad de Android. Me dice que debo dejar el móvil para que se envíe a la oficina de Madrid para que lo puedan desbloquear.
Viernes 20/09/2024: Se me olvida ir a la T.I.A. a dejar el móvil. Aviso a Pepe.
Lunes 23/09/2024: Llego media hora tarde a la revisión médica de la empresa, tras la cual tengo que ir a trabajar. Decido no ir a la T.I.A. para no perder aún más tiempo.
Martes 24/09/2024: Se me olvida ir a la T.I.A. porque llueve y salgo del metro corriendo hacia la oficina. Yo tampoco soy el lápiz más afilado del estuche.
Miércoles 25/09/2024: Esta vez sí, cuarta visita a la T.I.A. para dejar el móvil. Decido dejar la caja entera, SIM incluida, por si les hace falta.
Jueves 26/09/2024: Pepe me dice que solo puede ver el chat de la empresa los jueves, pese a que me contestó también un lunes.
Jueves 03/10/2024: Sin noticias de Pepe.
Jueves 10/10/2024: Pregunto a Pepe por el móvil y me dice que ya lo tiene.
Lunes 14/10/2024: Quinta visita a la T.I.A.. Recojo el móvil, pero no tiene la caja. Al llegar a mi trabajo, descubro que tampoco tiene la SIM.
Jueves 17/10/2024: Sacarino me pregunta si todo ha ido bien con el móvil. Le digo que me lo han entregado sin la caja y sin SIM y me dice que debería haberme quedado la SIM. Vaya, qué mal lo he gestionado. Consigue localizar la tarjeta y me dice que la puedo recoger.
Viernes 18/10/2024: Sexta visita a la T.I.A.. Recojo la tarjeta SIM sin problemas. Solo me ha costado 7 semanas tener un móvil funcional.