El Helado, como todo, tiene su forma de ser, de vivir y de cantar. Su forma de expresión no es la hablada, y contrario a lo que muchos pueden pensar, tampoco es la escrita. La forma de expresarse del helado es la neurocinética.
Neurocinéticamente el helado tiene sentido. No hay peor conjetura para con el helado que decirle a la cara, metafóricamente hablando, que neurocinéticamente crees que se encuentra desfasado. Cualquier helado es orgulloso de su neurocinética forma de expresarse. Sólo hay una respuesta del helado a este agravio, un sopapo.
El helado siempre está hambriento de arte, es algo intrínseco en él, podría recitar sin atisbo de duda las odas y pasajes de los antiguos filósofos y cuentacuentos Cretanos, tanto por orden alfabético como de valoración en www.filosomaniacs.com, web de referencia del helado.
Se intenta categorizar al helado de muchas formas pero solo existen dos clases, Helado Prismarin y Helado Cuasiprisnatural. En el helado Prismarin yace continuamente la necesidad de ser aceptado en sociedad, dando por hecho que las respuestas afirmativas a las cuestiones de otros helados harán que se perciban como helados más amigables y de confianza. No es raro ver cuestiones contestadas afirmativamente por un helado prismarin, sin periodo de reflexión ni atisbo de dudas, aún siendo flagrantemente falsas como «¿Podría comerme un bisonte para merendar?» O «¿Me estiliza este pantalón de piel de bisonte?». Por contra, el Helado Cuasiprisnatural es simplemente helado. ¿De qué clase es el helado de melocotón y uva? Exacto, Prismarin.
Los helados conviven en sociedades monárquicas, donde el Rey Helado es elegido democráticamente de entre un comité de sabios helados, elegidos a su vez democráticamente por los helados. En términos prácticos hablamos de una sociedad republicana, pero les sonaba mejor que el líder electro llevase el título de Rey.
Las elecciones de Los Sabios Helados se realizan cada 2,3 años, coincidiendo la cantidad de tiempo con el precio de venta al público mínimo recomendable de la tarrina pequeña en la Heladería Jessy.
Los apellidos más extendidos entre los helados de pueblo son Vainillez y Natez. Acorde al último estudio demográfico un 8,5% y un 7% respectivamente. La ultima moda de nombre entre helados recién nacidos es Frambuesa con Chocolate, Pistacho, Kinder Bueno y Daenerys.
