Crítica de cine: “Dune: Parte uno”

Denis Villeneuve sabe perfectamente que hay muchas maneras de adaptar Dune, pero que no hay tantas para hacerlo de manera satisfactoria. Intentar llevar el clásico de Herbert a la pantalla implica sacrificios que hay que estar dispuesto a tomar, y el director canadiense decidió arriesgarse a estrenar una “Dune: parte uno” sin saber siquiera si iba a haber “part two”, asumiendo las consecuencias en caso de que unos resultados poco favorables en taquilla le obligaran a dejar el inicio de la saga inconcl

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Tenemos ante nosotros a un director que no permite que lo inabarcable del relato le obligue a pisar el acelerador, tomándose su tiempo para retratar con fidelidad, dedicándole la atención que merece, el rico universo en el que muchos se adentrarán por primera, y quién sabe si última vez. Si la experiencia sensorial nos implica tanto como lo hace aquí, poco importa que en realidad en el minuto 155 de película la narrativa no haya hecho más que empe

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Y es ahí donde radica la clave de una propuesta que deja patente que la única manera de vivir la experiencia completa es en la sala de cine. Porque sí, algunos directores siguen haciendo CINE que nada tiene que ver con esos subproductos televisivos que se niegan a cerrar una historia por miedo a que el espectador se “desenganche”. Es en el palacio cinematográfico donde “Dune: parte uno”, y su última frase, “esto es solo el principio” cobran sent

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Gracias a Dios, el experimento ha funcionado, el público ha acudido en masa a ver la película y, poco después del estreno, Timothée Chavalet confirmó en redes que habrá “Dune: parte dos”. No sé ustedes, pero yo no puedo esperar a verla para tener una opinión más compl

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