Si tú también crees que todos tus problemas se solucionarán viajando, sigue estos sencillos trucos que te ayudarán a pasar de vagabundo a nómada digital.
Dónde vivir cuando no tienes dónde vivir
Seamos sinceros, lo único que posees es un ordenador y la certeza de que no podrás comprarte un piso en la vida. Así que la mejor opción es que alquiles un cuchitril barato, o que te plantees las ventajas de la okupación.
Beneficios de trabajar en una biblioteca
● Tienen luz y wifi gratuito aunque va un poco lento y no podrás descargarte nada ni ver porno.
● Pros: puedes usar el baño y no gastar agua ni papel higiénico. Contras: los vagabundos y yonkis del barrio también lo saben.
¿Cómo debe vestir un nómada digital?
El atuendo del nomadista debe ser cómodo y versátil pero sin caer en el limbo mochilero. Necesitas:
● Sudadera con capucha. Especialmente si “trabajas” en marketing y/o publicidad.
● Lo bueno es que puedes apostar por básicos. Lo malo, los ricos de verdad saben distinguir una camiseta blanca de marca de una del mercadillo.
● Tres pasos esenciales: compra, haz foto, devuelve.
● El tema del calzado es complicado. Ahorrarás para parecerte al resto y terminarás resbalándote en el hielo en Berlín y partiéndote el coxis. Lo cual te llevará a pensar que si esas putas botas siguieran siendo para obreros rudos y no para hipsters, no resbalarían y tu culo seguiría intacto.
Gestión de redes sociales para nómada digital
● Inmortaliza todo lo que hagas. Que no te importe lo que la gente que te acompaña opine de ti. Aprovecha esa reunión de trabajo para hacer muchas fotos de carpetas, bolis y poner “se vienen cositas”.
● Pide a los del restaurante de al lado de tu hostal que te dejen usar el wifi un momento y haz una foto para que parezca que has comido ahí.
● Haz una ruta por pueblos y di que haces nomadismo digital de proximidad para potenciar las zonas rurales. La España vaciada.
● Ten siempre fotos de recurso. De los vinilos de tu padre o del juego de té de tu madre para poner “Finally at home” y no parecer tan homeless.
¿Viajar por la foto, es realmente viajar? Evidentemente. Sin esas imágenes, perfectamente encuadradas para ocultar que eres uno más entre un millón, nada de lo que haces habrá servido y tendrás que volver a tu triste vida de antes. Que en realidad era un poco como la de ahora, pero con un salario fijo, una oficina en la que te daban café gratis y una cama limpia en la que dormir…