¿Venganza? No, no, no, no… No estamos hablando de venganza sino de justicia. De equilibrar la balanza, de retornar lo que se recibe. La decisión de bajar a tirar las botellas de cristal al contenedor de vidrio a las 2 de la mañana nace de la propia voluntad de la naturaleza. ¿Me explico? ¿Por qué el contenedor es verde si no? Sirve como llamamiento. El ser humano es sólo un conducto, el instrumento que usa la naturaleza para emitir su canción de cristales rotos y que entre en armonía con los «ME CAGO EN DIOS» de los vecinos. ¿Qué es si no la música? Una forma de expresión. La música de hoy no es la misma que la del pasado. No puedes desacreditar un tipo de música sólo porque a ti no te guste. Eso es de ser rancio. Tú no quieres ser una persona rancia. Si la providencia ha dispuesto que esta noche se tiren 74 botellines, contados, 74, al contenedor de vidrio, de uno en uno, ¿Quiénes somos cualquiera de nosotros como individuos para decidir que eso no debería ser así?
El contenedor de vidrio, y esto está estudiadísimo, está diseñado acústicamente de manera que haga el máximo ruido posible. Podrías meter en un auditorio a un tío tirando botellas dentro de un contenedor de vidrio y al lado una orquesta sinfónica, ¿a qué crees que prestaría más atención el público? A lo que verdaderamente apela a las emociones más primarias. Por eso nunca se hace, la orquesta no tendría nada que hacer.
Se ha intentado de todo, desde meter el brazo hasta el fondo, hasta intentar hacer que la botella toque las paredes para frenar el impacto. No hay que sentirse mal por el ruido. Nada funciona, es inútil, pero es que así debe ser. Por ese mismo motivo, si la intención es hacer ruido, ¿Por qué hacerlo de día cuando se puede diluir? La noche ayuda a apreciar tonos insólitos. Incluso hay contenedores con tapa que se podrían abrir perfectamente si no fuera porque VAN CON LLAVE. Dime si esto no es una señal de que no se permite no hacer ruido. «No, pero eso se hace para que nadie pueda coger una botella con la que hacer daño a alguien». Siempre con este argumento pueril. No pasa nada por no tener ni idea. Esa llave además de para bloquear es para afinar. Similar a un cajón flamenco. O acaso cuando has tirado una botella no has pensado “Joder, cómo puede estar rebotando tanto rato”. Son muy importantes.
Lo que decía, no es venganza tirar 74 botellines de uno en uno a las 2 de la mañana al contenedor de vidrio. Una persona no hace eso si no es para equilibrar la balanza del día de mierda que seguramente ha tenido. Si todos tus días son iguales, te levantas un martes pensando que es jueves, lo único que te hace diferenciar un día de otro es cómo la suela de la alpargata de andar por casa se va despegando más cada día, no recuerdas el motivo claro que una vez tuviste para seguir haciendo lo que haces; tirar 74 botellines de cristal y oír cómo se quejan 5 bloques de pisos es una forma de devolverle al mundo lo que te ha hecho. Nadie es inocente igual que nadie es culpable. Hoy soy yo, mañana serás tú. Por esa misma razón, ¿no puedes evitar hacer ruido? Haz un flip bottle challenge con cada botella que tires, tíralas desde el balcón mientras haces guturales de black metal, entrena un águila calva para que lo haga por ti mientras gritas U.S.A., U.S.A. Te digo más. Si hay algo parecido al éxtasis religioso en este caso es cuando tiras una botella al contenedor de vidrio pero de cóctel molotov. Por eso a veces hay contenedores en llamas. Pero recuerda, no eres tú quién está haciendo esto, es la naturaleza equilibrándose.
¿De acuerdo?
¿Cómo?
Ah, mi DNI, claro agente. 496…
