Diálogo de dos personas solas que se juntan con personas solas para no estar solas y así estar juntas

– Hoy he estado por el centro paseando.

– Ah, ¿tú sola?

– Sí, y después me he ido a comer a un sitio que ponen unas croquetas para morirse.

– Y… ¿estuviste comiendo sola?

– Sí, y ayer fui al cine.

– Pero, ¿tú sola también?

– Sí.

– ¿Y qué peli viste?

– La de James Bond. Un rollo.

– Y claro, la verías sola…

– Sí.

– Y mañana, ¿qué harás?

– Mañana al teatro, voy.

– ¿Y no vas con nadie?

– No. Y por la noche a un concierto.

– ¿A un concierto? Pero… ¿sola?, quiero decir, ¿sola, sola?

– Sí, claro, sola. Si nadie más quiere venir al concierto, pues tendré que ir yo sola. ¿Qué problema tienes, con tanto “tú sola, tú sola”?

– Chica, tú no eres normal. Mira que ir sola a los sitios… ¡hombre, no me jodas! Eso dónde se ha visto.

– Bueno, ¿y tú?, cuéntame. ¿Qué has hecho hoy?

– ¡Eh!, pues yo estar en el bar.

– Ahh … pero … ¿solo?

– Claro…

– Ah… y… ¿qué hacías en el bar?

– ¡Eh! Pues… beberme unas cervezas.

– ¿Beber cervezas, solo?

– Sí.

– ¿Y ayer, qué hiciste?

– Ayer… también en el bar, estuve.

– Solo también, supongo.

– Sí, claro. Bueno y vino el Porrones, también.

– Ah, que vino el Porrones…

– Sí.

– ¿Y el Porrones se bebió unas cervezas también?

– El Porrones vino solo.

– Ya, también fue solo, pero que qué bebió.

– ¡Pues vino solo!

– ¿Solo, solo?

– Sí, sí, vino solo.

– ¿Y qué hizo allí, solo? ¿Beber cerveza?

– Que nooo. Que él bebe vino. En porrón, siempre. Por eso le llaman el Porrones.

– Entonces, fuisteis los dos solos. El Porrones bebió vino solo y tú cerveza solo.

– Sí, a ver, fuimos solos, lo que pasa que luego, allí, nos encontramos.

– Os encontrasteis.

– Sí.

– Ah.

– Y nos juntamos, claro.

– Os juntasteis.

– Claro.

– Ahh, vale, vale.

– Entonces, aunque siempre vamos solos, luego estamos juntos.

– Ya, ya.

– O sea, que antes de juntarnos estábamos bebiendo solos, pero después de juntaros, pues ya no.

– Claro, no estáis solos porque estáis juntos.

– Eso.

– Tú y el Porrones.

– El Porrones y yo, eso es.

-…

-…

– Pues… no te creas… que yo cuando voy al teatro, voy sola, pero luego me junto también. ¿Eh?

– ¿Ah sí? ¿Con quién?

– Pues… con los que han comprado las entradas… Se sientan… juntos, todos.

– ¿Todos juntos?

– Sí, bueno, cada uno se sienta en su propia butaca. Pero juntos en el mismo espacio.

– Ahh, en el mismo espacio.

– Como en el bar, ¿no? También estáis juntos en el mismo espacio.

– Bueno, estamos juntos, pero casi todo el rato de pie. Ahí no estamos sentados en butacas.

– Ah.

– Y estamos de charreta, y nos echamos un cigarro, y luego viene el Manolo… Y así.

– Ya…

– O sea, que no es lo mismo.

– Ya, claro, tienes razón. No es lo mismo el teatro que el bar.

– No, no es lo mismo.

– Y en el bar ponen salmueras…

– ¡Uy! ¡Y no solo eso!

– Ya…

– No, no. No es lo mismo el bar que el teatro.

– Claro…

– Claro.

– …

– …

– Pero… al teatro no todo el mundo va… SOLO, ¿eh? ¡Mira!, hay gente que va con sus parejas, otros con sus hijos…

– Ah…

-…

-…

– ¿Con sus parejas?

– Sí, y con sus hijos.

– ¿Con sus hijos también?

– Sí, con sus hijos, con sus hijos.

– …

– …

– Oye, ¿Quieres venir conmigo al teatro el finde que viene?

– ¿Yo? ¿A qué fin? ¿Y qué voy a hacer ahí?

– Ver una función.

– ¿Y qué función es?

– Pues un monólogo.

– ¿Un monólogo?

– Sí.

– ¿Eso qué es?

– Sale un actor hablando solo.

– ¿Solo?

– Sí.

– Ah.

-…

-…

– Pero ¿solo, solo?

– Sí, solo. Por eso se llama monólogo. Si no, se llamaría diálogo.

– Ah.

– ¿Entonces, vamos juntos?

– Espera, pero… ¿ahí ponen cervezas?

– No … hombre …bueno, en el descanso puedes salir a tomar algo en el bar.

– ¡O sea, que en el teatro hay un bar!

– Sí.

– ¡Ah, pues entonces vamos!

– ¿Al teatro?

– Sí, claro, así vamos juntos.

– ¡Ah, pues genial! Vamos juntos.

– ¡Venga pues!

– ¡Pues voy a sacar las entra…!

-…y así yo me quedo en el bar y te espero ahí.

– ¿En el bar?

– Bueno, en el bar -del teatro- claro.

– Pero entonces…  no estaremos juntos … porque yo no iré al bar.

– Bueno, pues así en vez de ir solos y juntarnos ahí, vamos juntos y ahí nos separamos. Tú al teatro y yo al bar del teatro.

– Pero papá, qué vas a hacer en el bar del teatro, si cuando termine el descanso se irá todo el mundo a ver la función, y te quedarás… solo.

– Bueno, pues llamaré al Porrones y que venga al teatro.

– ¿A ver la función?

– No a beber al bar.

– …

– Así … no estaré solo.

– No, no estarás solo, claro.

– Bueno… y tú… tampoco estarás sola porque estarás con los que están sentados en las butacas.

– Es verdad, los de las butacas…

– Oye, ¿y de qué habla el actor solo?

– Interpreta a uno que pasa mucho tiempo en el bar. Solo.

– Ahh.

– …

– …

– Jajajaja. Ese irá solo porque no conocerá al Porrones.

– Jaja

– Jaja

– Jajajajajaj

– ¡Ni al Manolo!

– Jajajajaja

-Jajajajaja

-…

-…

– Oye, ¿y pa’ que quiés ir al teatro a ver un tipo que está en un escenario solo, hablando solo y diciendo que está en el bar solo? ¡Pa’ eso vamos juntos al bar! ¡Que hay mucha gente sola!

– Es que… así no me siento sola.

– ¿Eh? ¿Y eso? ¿Pues no dice que cada uno se sienta en su propia butaca?

– Ya, pero…

-… Además, en el bar tampoco te sientas sola, te puedes sentar con el Porrones.

– No digo siento de sentarse, digo siento de sentir.

– ¡Ahh! …de sentir…

– Sí.

– Ah, lo siento, que es que de este oído no siento nada.

– Nada, tranquilo.

– …

– …

– Bueno… ¿vas a sacar las entradas o no?

– Sí, entonces saco una entrada sola.

– No, mujer, saca dos, así vamos juntos.

– ¿Pero no has dicho que ibas al bar?

 – Así, mientras tú estás en el teatro viendo el señor que está hablando solo, diciendo que bebe solo en el bar, yo estoy en el bar del teatro bebiendo solo.

– Pero entonces…

– Bueno… solo, solo… solamente mientras espero al Porrones, claro.

– Claro, mientras esperas… al Porrones.

– Sí, luego ya estamos los dos juntos, mientras te esperamos a ti.

– Pero entonces, solo hace falta sacar una entrada, para mí sola, y ya.

– Ah, y solo para ir al bar, ¿no hay que sacar entrada?

– No, papá, ahí vas sin entrada.

-¡Ah! O sea que, si vas al teatro solo a ver la función, pagas entrada, pero si vas solo al bar del teatro, la entrada es gratis.

– Eh… Sí…

– ¡Qué chollo el teatro!

– Visto así…

– ¡La bomba!

– Sí.

– ¡La hostia!

– Sí.

-¡Pues chica, haberlo dicho antes! ¡Que hubiéramos ido más veces juntos al teatro! ¡Y así no tienes que ir tú sola!

-…

– Venga, entonces, ¿cuántos días está el monólogo ese?

– Es este sábado.

– ¿¿¿Este sábado??? ¿¿¿Solo???

– Sí.

– ¡Eh, pues vaya! ¡Así solo podemos juntarnos un día!

– …

-¡Hija mía, a ver si pasamos más tiempo juntos, ¿eh? Que como vas siempre sola a los sitios… ¡al final siempre me quedo yo solo y me tengo que ir al bar!

Alba Late
Alba Latehttps://uranusmagazine.com/
Es corresponsal exiliada en Urano www.uranusmagazine.com. Estudió Mediocridad Aplicada. No se ha leído El Quijote y se bajaba por Emule las pelis en español de los libros que se tenía que leer en inglés. Ganó un jarrón de cerámica con dragones orientales y asas bañadas en oro en el torneo de ajedrez de las fiestas de su pueblo. La vida le va bien.

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