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Alonsito Aznar Ayuso (de 8 años y del barrio de Salamanca) denuncia a Papá Noel por regalo improcedente (no era el que había pedido).
Tras el juicio, Papá Noel es condenado a diecisiete años de cárcel.
Al entrar en prisión y quitarse su ropa mágica, Noel se convierte en un recluso más.
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La vida es dura en la cárcel y Papá Noel recibe palizas de presos a quienes, por ser niños malos, no regaló nada.
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Cada Navidad, Noel escribe (desde su celda) una carta para los niños del mundo. Les pide paciencia. Cuando salga, repartirá todos los regalos atrasados. Pero las cartas nunca llegan. El alcaide las lee, se ríe/llora, se mea en ellas, las seca y las quema (tampoco recibió regalos de Noel cuando era pequeño por portarse mal).
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Noel consigue varias rebajas por buen comportamiento y, tras nueve años y siete meses, está preparado para salir la noche de Navidad.
Pero Mike (contrabandista condenado a cadena perpetua por veinticinco asesinatos, tráfico de estupefacientes, el incendio de trece iglesias y nueve edificios de bomberos y el impago de una factura a Movistar), pretende algo muy distinto.
Mike se ha dejado barba larga, se la ha teñido de blanco y ha engordado muchos kilos. Consigue convencer al alcaide para que haga una fiesta de despedida a Noel.
5
Esa noche, Papá Noel recuperará sus ropas mágicas y su libertad. Durante el último año, se ha apuntado a talleres de marquetería y costura y ha hecho (a mano) un traje navideño. Quiere repartir regalos artesanales entre los presos a modo de disculpa (por convertirlos en asesinos, ladrones y violadores).
Al ir a las taquillas silbando «Tiliseb, tiliseb, aisakell», Mike acorrala a Papá Noel, lo amordaza, le afeita la barba, le rapa, le practica una liposucción y le intercambia la ropa.
Mike (disfrazado de Noel y sin repartir los regalos) es excarcelado.
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Papá Noel cuenta lo sucedido, pero nadie le cree. Ha quedado atrapado en la cárcel de por vida.
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Mike hereda los poderes del traje mágico de Noel: flexibilidad corporal extrema, el modo paso ninja, capacidad telepática y control mental sobre sus renos y elfos. Se hace también con los almacenes en Laponia y con su red de distribución planetaria.
Mike acaba en poco tiempo con la competencia y domina el reparto mundial de estupefacientes.
Siempre es Navidad y ahora la nieve es más adictiva que nunca.
8
Tiempo después llega a la prisión el elfo Barriguitas Hämäläinen, acusado de distribución y posesión de trescientos ochenta y siete kilos de cocaína. Intenta hablar con Noel, pero él no lo reconoce.
Barriguitas le explica que un accidente de trineo (escapando de la policía) le causó un traumatismo craneoencefálico. Cuando despertó en el hospital, su cerebro estaba fuera del control de Mike.
Barriguitas recuerda todas las cosas malas que ha hecho y se arrepiente mucho. Desea que Noel vuelva. El mundo lo necesita más que nunca.
Noel ya no es el que era. Está muy gordo (incluso más que cuando ya era gordo de por sí), su barba es más larga y ahora practica felaciones y se deja penetrar analmente (de regalo) a cambio de tabaco, licor de anís y bollos de cardamomo con mantequilla.
Barriguitas le habla de lo bueno que era, de la felicidad de los niños (niños que ahora están enganchados a las drogas navideñas). Noel le grita que se calle y sigue masturbando a un preso.
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Le pegan una paliza a Barriguitas y este muere.
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Tras la muerte de Barriguitas Hämäläinen, Noel descubre en su celda un paquete con una fotografía de él rodeado de niños y elfos sonrientes. La fotografía despierta recuerdos que le insuflan el espíritu de la verdadera Navidad, junto con felices deseos de venganza y ganas de repartir amor y matar.
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En los meses venideros, Noel se muscula, practica artes marciales y se deja las patillas canosas largas. Se tatúa en el puño izquierdo «¡Jojojodeputa!» y en el derecho, «¡Feliz Navidad en tu boca!». Por toda la espalda se hace un paisaje de montañas nevadas con fuego y paquetes de regalos del que salen mujeres desnudas con los senos muy gordos.
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La noche en que intenta fugarse aprovechando la entrada del camión de la lavandería, descubre que Mike (a quien le han llegado noticias de su plan de fuga) ha ordenado bombardear la prisión para matarlo. Noel consigue huir entre el fuego e innumerables cadáveres, con más ganas que nunca de regalar paz y hostias.
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Noel se infiltra en las instalaciones de Laponia. Tras muchas peleas (en las que Noel intenta no matar a ningún elfo, pero sí a los secuaces de Mike), consigue llegar al despacho del mayor contrabandista mundial.
Mike tiene la ventaja de llevar puesto el traje mágico, pero en la pelea, Noel consigue quitarle un guante. Al ponérselo, siente la fuerza del amor y la paz navideñas y le arrea un buen puñetazo.
A lo largo de la lucha, Noel desnuda a Mike. Una vez vestido con la ropa que le pertenece, le perdona y le pide que se vaya a dormir.
Es Navidad y esa noche recibirá un regalo.
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Mike dispara a Noel por la espalda. Noel cae y, cuando Mike está a punto de rematarle con un tiro en la cabeza (tras decirle lo mucho que lo odia por no haberle llevado la noche de 1987 la Nintendo con el juego del Double Dragon), el techo se derrumba bajo el peso de una montaña de cocaína.
Sí, ya es Navidad, dice Mike, esnifando coca mientras sale de la montaña de droga con la boca espumeante, antes de morir.
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Noel recupera el control de la Navidad y esa noche lleva regalos incluso a los niños malos, junto con metadona y bonos descuento para centros de desintoxicación. Crea además en Laponia los centros ConNoel, con programas gratuitos especializados para chiquillos con trastornos de conducta.
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Alonsito Aznar Ayuso (ahora un adolescente de 23 años y todavía del barrio de Salamanca) ha pedido convertirse en el presidente del gobierno de España como regalo de Navidad. Papá Noel le lleva personalmente su regalo en una caja muy grande y pesada envuelta con papel de regalo rojigualda estampado con águilas preconstitucionales. Le hace saber que no le tiene ningún rencor por haberle denunciado, puesto que los años que pasó en prisión le permitieron conocer a muchos niños a los cuales no llevarles los regalos que querían los convirtió en delincuentes, criminales, drogadictos o admiradores de Pablo Motos. Nunca más volverá a cometer un error como ese y procurará que todos los niños y niñas sean felices.
Alonsito Aznar Ayuso le dice que le importa un truño, que no le cuente su vida y que le dé su regalo de una vez. Quiere convertirse en presidente para hacer que España sea de nuevo para los españoles y encarcelar a los separatistas, a los izquierdosos que pactan con etarras, a los moros y a su primo Joaquín que le rompió el freno de la moto el otro día.
Noel le dice que se espere un poco en abrir el regalo y que lo disfrute. Alonsito (mientras lo desenvuelve como loco sin hacer caso a Noel) le grita (porque ha escuchado un tictac) que como le haya regalado un jodido reloj asqueroso lo va a denunciar de nuevo y esa vez no lo van a sacar de entre rejas ni sus puñeteros renos de la mierda puestos en fila de a uno con los elfos colgándoles de la polla.
Papá Noel se lanza por la ventana y la onda expansiva se lleva volando su gorro. Lo recoge (un poco chamuscado) cerca del lugar donde ha aparcado el trineo, lo limpia y se lo vuelve a poner. Sobre la nieve han caído algunos trozos de Alonsito, incluidos los testículos. Papá Noel los pisa antes de subirse al trineo y marcharse gritando: «¡Feliz Navidad, Jojojodeputa!».
La paz y el amor han vuelto al mundo.
Brutal! Mis dieses a Toni!!
❤️❤️❤️❤️❤️