Hola, os dejo las cartitas por aquí. ¿Las necesitáis? ¿Habéis estado ya antes? ¿Sabéis cómo va? Es muy sencillo y muy moderno. Os dejo las cartitas aquí. En la primera hoja encontraréis los ingredientes principales de la piadina. Las llamamos piadinas pero lo que servimos aquí no son exactamente piadinas si no otra cosa bastante distinta. Supongo que ya lo veréis. Tranquilos, es parecido a una piadina. No es que sea tan, tan distinto. Aunque es bastante distinto, a decir verdad, porque le hemos introducido un giro oriental-occidental de fusión.
En la segunda página del menú encontraréis los acompañamientos.
¿Todo bien? De acuerdo, vayamos ahora a la página 65 de la carta. Aquí encontramos un esquema que puede resultar útil si lo que queréis es una opción de degustación. En ese caso, solo debéis escoger la tradición vietnamita que os guste más para los bocadillos. Quizá es lo más sencillo, aunque no lo recomiendo porque es poca comida, dado que son micro-platillos de tostas.
¿Habéis traído vuestros propios lápices? Coged estos formularios que debéis rellenar. Son vuestro pasaporte a una nueva dimensión conocida como “ingesta de alimentos”.
La verdad es que si supierais cómo va, todo sería mucho más sencillo. Generalmente preferimos que venga gente que ya ha estado previamente pero amamos con locura a todos nuestros clientes y ahora os explicaré pacientemente cómo funcionamos por aquí. ¿Me puedo sentar con vosotros en la mesa? ¿No? No pasa nada, voy a hacerlo igualmente porque si no no veo la manera de poder explicaros cómo funciona nuestra carta.
También tenéis que escoger qué tipo de huevos queréis: huevos, huevos-eco, huevos camperos o huevos-felices. En realidad ninguna opción es de huevos-huevos como de gallinas pero así nos entendemos. O sea, son huevos pero no son huevos. Son huevos felices de nuestras gallinas “felices”. Sí, “felices” entre comillas. Legalmente tenemos que poner comillas en la carta en la palabra “felices” porque porque las gallinas no sonríen y no se puede demostrar que sean realmente felices.
Con los huevos tampoco sabemos si son felices o no porque los huevos no tienen cara y no pueden sonreír. Es todo bastante complejo. De todos modos no os preocupéis porque no los típicos huevos, son más bien trozos de pan hojaldrado.
Luego poned una X en la segunda casilla con un lápiz azul. Da igual, eso hay que marcarlo siempre. Poned el nombre aquí, y aquí y también aquí. En esa casilla va la fecha y aquí debajo el nombre que queréis que el cocinero ponga a vuestro postre.
Coca Cola no tenemos. Aquí no trabajamos con Coca Cola. Trabajamos con unos refrescos raros que vienen del Maresme.
También tenemos huevos que son de aguacate. Si queréis esos marcadlos con el lápiz verde.
¿Estáis listos ya para pedir? Bien… No, no, yo no apunto nada. Vosotros apuntáis todo en los folios que os he dado. Os recomiendo las patatas bravas. ¡Shhhh na na na na na! No me lo digáis a mí. Yo no necesito ni quiero saber los platos que vais a pedir. Lo tenéis que apuntar en este formulario que os he dado: base, acompañamiento, toppings, postre, bebida y alérgenos. Apuntadlo todo.
¿Habéis ingerido comida alguna vez? ¿Sabéis cómo va? ¿Habéis cogido alguna vez comida con las manos o con un utensilio de cocina y os la habéis metido en la boca? ¿Lo habéis masticado luego usando vuestros dientes y luego lo habéis ingerido con los músculos de vuestro cuello? Son unos músculos que hay aquí, en el cuello. Todo orgánico. Luego la comida la llevamos por aquí y la dejamos en el estómago unas horas. ¿Habéis digerido comida alguna vez y luego la habéis defecado en un plazo que oscila entre las doce y las setenta y dos horas dependiendo de la persona? Es una cosa que hacemos aquí en este restaurante.
Pensaos los platos y una vez estén cumplimentados los cinco folios donde especifiquéis qué comida queréis, dirigíos a la barra 5C. Dejáis la nota allí. El camarero se deshará de la nota en una trituradora. Luego, una vez al mes, una empresa de gestión de documentos se lleva todas esas notas trituradas y las convierte en pienso para nuestras gallinas “felices”. Aunque no son gallinas-gallinas. Son más bien calabacines.
Tras entregar los folios hay que esperar 17 minutos aproximadamente. Entonces sonará una alarma y alguien gritará vuestro nombre. No preguntéis nada y salid del edificio. Al entrar de nuevo (al cabo de una hora) habrá comida sobre los platos.
¿Habéis cagado comida alguna vez? ¿Sabéis cómo va o no? ¿Os habéis limpiado el culo alguna vez? ¿Queréis que os explique cómo va?
¿Sabéis que nuestro ketchup no es industrial? Ni siquiera es ketchup, lo hacemos nosotros y en realidad es agua normal a la que hemos introducido la idea de ketchup. Siempre intentamos buscar un giro original.
Ah, la comida aquí no la servimos en un plato, la servimos en coches. Lo llamamos ‘food truck’. Hay que perseguirlos. ¿Habéis corrido alguna vez antes persiguiendo a un camión que tiene vuestra comida? Es bastante interesante y a la gente le flipa hacerlo.
Oh, ¿queréis ya la cuenta? ¿Os tenemos en la base de datos? ¿Queréis registraros? Sólo llevará 189 minutos.
¿Os han dado un ticket alguna vez? ¿Habéis pagado algo antes? ¿habéis oído hablar alguna vez del capitalismo y del intercambio de bienes y servicios?
¿Sabéis lo que es el dinero?
La próxima vez todo será más sencillo, lo prometo.
Por favor, etiquetadnos en Instagram.