Soy Faly y hoy nos encontramos entrevistando a Lola Tarim y Manuel Pérez Alcoy, trabajadores del proyecto ITER.
F: ¿Qué es el proyecto ITER?
L: Te lo voy a decir en una frase Faly, la idea de una idealista. Existe una necesidad: sustituir al sol como fuente de energía. Y me dije «Lola, muy mal se tiene que dar para que no saques tú una idea que sustituya al sol».
F: Y la tuvo.
L: ¡Y tanto que la tuve! Un reactor nuclear y cuidado, ¡de fusión! Capaz de generar la misma energía. Es como tener encerrado al sol.
F: ¿Tenía conocimientos para llevar a cabo este proyecto?
L: No tenía ni idea, yo siempre he sido publicista, ¿pero acaso Albert Einstein dejaría de inventar inventos por no ser inventor?, cuando no sepas qué hacer pregúntate ¿haría eso Albert Einstein? Y si lo haría, ¡tú también!
F: Manuel Pérez Alcoy, Ingeniero del proyecto ITER. ¿Cómo entraste al proyecto?
M: Vi una oferta en LinkedIn que decía «¿Nos ayudas a encerrar el sol?» y joe, es difícil resistirse a eso. Salario según convenio y 23 días de vacaciones.
F: Firma y se va a Francia a trabajar.
M: El 16 de febrero de 2016.
F: ¿Y Cuándo se da cuenta que no tenía que encerrar al sol literalmente?
M: Muy tarde, como tres años y medio después de empezar a trabajar.
F: Tres años y medio y no se dio cuenta que no tenía que traer al sol a la tierra.
M: Es que hablar a toro pasado es muy fácil Faly, cuando uno está ahí, ve la enormidad que es en lo que se está trabajando. No te lo planteas.
F: ¿De qué tamaño eran las instalaciones donde trabajábais?
M: De unos 60 campos de fútbol.
F: 60 campos de fútbol.
M: Así, como te lo digo, ya me dirá usted a mí si 60 campos de fútbol es algo normal de ver para un tío como yo, que aun siendo de ciudad yo soy un tío humilde. Yo veo esa grandiosidad y pienso, aquí va a descansar el sol a partir de ahora.
F: Cuándo te dicen las dimensiones del proyecto, ¿qué piensas Lola?
L: Pues que vaya pedazo de reactor vamos a hacer. Lo que no me imaginaba es que el ingeniero que lo pensó también había malinterpretado la oferta.
F: ¿También pensaba que queríais encerrar al sol?
L: Yo no sé cómo puse la oferta, está claro que mal, pero coño, ¿quién es tan cazurro como para pensar que queremos traer el sol a la tierra?
F: ¿Cómo te enteraste de lo que estaba pasando?
L: Cuando me dijo que quería recubrir las paredes con papel albal. Le pregunto que para qué quiere hacer eso, me dice que para la temperatura, que el sol quema mucho y el papel albal es buenísimo para las cosas calientes. Yo en ese momento solo pensé que era inútil, que había contratado a un mal ingeniero. Le pregunté que a qué temperatura se pondría el reactor y me dijo «¿Qué reactor?».
F: Qué reactor.
L: Todo este tiempo trabajando y me pregunta «¿Qué reactor?». Yo me quedo muerta, le digo: «El reactor que estamos desarrollando como energía alternativa al sol», y me dice que me deje de bromas, que tiene mucho trabajo. Le agarro en ese momento del brazo y le digo, ¿y tú crees que en 60 campos de fútbol hay sitio para encerrar al sol? Y me responde «tú lo ves pequeño desde aquí, pero el sol es más grande, está a escala Lola». Aquí a mí se me derrumba el alma, lo único que pienso es que esta gente es gilipollas.
F: Manuel, ¿era consciente de que su compañero también pensaba que querían encerrar al sol?
M: No solo mi compañero, todos pensábamos eso. Todas las semanas había reunión de ingeniería donde hablábamos de las soluciones, y todos pensábamos en cómo traer al sol a la tierra.
F: ¿En qué estaba trabajando en ese momento?
M: En cómo traerlo. Para encerrarlo había un equipo que se dedicaba a la estructura, pero traerlo… ¿cómo traes al sol? Diez ingenieros pensando día y noche cómo hacerlo.
F: ¿Llegasteis a una solución?
M: Sobre la mesa había muchas, naves, máquinas especiales… pero al final nos quedamos con la más simple, lo ataríamos lanzándole una cuerda que lo rodee y tiraríamos para la Tierra.
F: El sol es grande para cogerlo con una cuerda.
M: Nosotros hicimos pruebas con balones medicinales y sandías, era super difícil, pero contratamos un experto de Estados Unidos y a la primera lo hizo, así que esa parte solucionada.
F: ¿Quién era?
M: Un cowboy de Houston, Texas. Un máquina el tío, hace unos lazos con las cuerdas increíbles.
F: ¿Y no se quemaría una cuerda normal?
M: No hombre, lo haríamos por las noches.
F: ¿Cómo va ahora el proyecto?
L: Con retraso, pero eso es normal en cualquier proyecto, tuvimos una reunión, nos pusimos de acuerdo en lo que había que hacer y estamos trabajando en el desarrollo del reactor por fin.
F: ¿Cómo es de grande?
L: Pues medirá como 10×12 metros.
F: ¿Y con todo lo que os sobra de espacio?
L: Sobrar nunca sobra nada, lo utilizamos para despejarnos, nos gusta mucho andar, nos damos paseos por allí.
F: ¿Y toda la estructura que tenían montada?
L: Te veo pesimista Faly, hay que ver las oportunidades y no los problemas. Que son millones gastados, lo son. Que nos echamos buenas partidas al escondite, las mejores.