Dime qué te regala y te diré cuánto te quiere 

Se acerca la Navidad y con ella la mejor época del año. Ciudades decoradas, comidas copiosas y regalos, muchos regalos. Quizás por culpa del capitalismo nos estamos cargando el planeta y las sociedades son cada vez menos igualitarias, pero en contraposición tenemos un sistema para tangibilizar conceptos tan abstractos como el amor. Creo que merece la pena ¿Cómo lo hacían antes las personas para saber si realmente se querían? Supongo que por el rudimentario método de los pétalos de flores. “Me quiere, no me quiere, ai, me quiere, no me quiere, ai, coño, pincha… ” ¡El amor dejado al azar… a la naturaleza… ¿Qué somos? ¡¿Animales?! Ahora, gracias al dinero podemos comprar regalos para demostrar el amor que sentimos desde una perspectiva precisa. Exacta ¡Científica! Así que dime qué te regala y te diré cuánto te quiere

Entradas para el Rey León: Lamento decirte que tu pareja se ha quedado sin ideas. Ha tirado el último comodín que tenía en la mano. Ya no tiene nada más que ofrecerte. Ahora solo queda esperar a que se acerque la fecha de vuestra próxima celebración, la de vuestra ruptura.

Zapatillas deportivas: Tu pareja se ha convertido en tu progenitor. Ya no se preocupa de lo que quieres, sino de lo que necesitas. Se abre la veda a regalar ollas, aspiradoras y una plancha vertical en fechas destacadas. A partir de ahora, seréis tres en la relación: tu, él y El Corte Inglés.

Botella de vino: Posiblemente no sepas ni su primer apellido. Habéis follado más veces que días habéis quedado. Seguramente para reyes ya no sabrás ni como se llamaba. En San Valentín te enterarás que tenía pareja. 

Ropa de Inditex: Tu pareja te odia. Vas a dedicar un día entero en devolver toda esa ropa, porque, o bien no te gusta, o no es de tu talla. Siempre igual. Seguramente acabéis la jornada de compras en un Tagliatella. Sois tal para cual.

Ropa del Humana: Estás a un pantalón, que encima no es de tu talla, de que te proponga tener una relación abierta. En Sant Jordi te regaló “Ética Promiscua”. También de segunda mano. Estaba subrayado por su ex, o como él la llama, su vínculo número tres. Te da pena dejarlo porque te gustan sus sudaderas. Sois tal para cual… y para alguien más, según “Ética Promiscua” también.

iPhone 15: Claramente tu pareja te ha sido infiel y está intentando enmendar su error con algo sospechosamente caro. A más prestaciones tenga el móvil, más cerca estás de conocer a esa tercera persona. Ojo, si es un iphone 15 Pro Max posiblemente haya sido con tu hermana/o y lo hayan pagado a medias. 

Viajes: Es un autoregalo disfrazado de falsa reciprocidad. Esa relación está en punto muerto. La ilusión ya no recae en el contenido, sino en el continente. Literalmente. Es un regalo cobarde y miserable. “Si lo dejamos iré, claro…. Pero para no perder el dinero más que nada… Iré, pero triste… Seguramente al final vaya con aquella compañera de oficina de la que tanto te hablaba, justamente lo acaba de dejar con su pareja… que casualidad…”

Manualidades: Puede ser que tu pareja no tenga dinero o que no haya encontrado NADA en todo el mercado nacional e internacional que exprese el amor que siente por ti y por eso haya tenido que hacer el regalo con sus propias manos. Pero seguramente sea por lo primero. La otra opción es que tu pareja tenga ochos años, lo que significa que deberías estar en la cárcel. 

Joyas: Posiblemente hayas regresado a tu ciudad natal después de pasar cuatro días viajando en un tren a vapor. Llevas meses trabajando en las minas de sal para sacar adelante a tu familia. Al llegar te enterarás que tu pareja murió de tifus en septiembre. Aprovechas para regalarle el colgante a su hermana y casarte con ella. Al final te ha salido más barato que un iPhone 15 Pro Max. 

Complemento Erótico-festivo: Llamada de emergencia. SOS. Tu relación pende de un hilo, concretamente del hilo del tanga que le has regalado. 

Vales de regalo: Tu pareja es un desastre de persona. No sé acuerda de ninguna fecha especial ni cuando toda una puta ciudad se lo recuerda. Seguramente haya apostado todo el dinero que le quedaba en la cuenta en un partido de hockey hierba de la liga filipina y lo haya perdido, así que te regala proyecciones de cosas que al final no acaban pasando. Olvídate de esa obra de teatro que te ha prometido que iréis a ver después de la cena romántica que te “regaló” hace dos años. Hazte un favor y olvídate, también, de él.

Play 5: Es el parking de parejas por excelencia. Quiero mi espacio, por eso te regalo tu espacio aunque tenga que pagarlo a plazos. Vuestra relación durará lo que dure vuestra hipoteca o lo que tarde en pasarse el Sekiro. Lo mismo es. 

Libros: La “Play” de los pobres, o de los que estudian humanidades, es decir, pobres. Seguramente te regale libros en cualquier fecha destacada. Tu relación no vale más de veinte euros, aunque tiene pinta de que te compra ediciones de bolsillo porque “con tapa dura se lee peor”

Nada: Puede ser que llevéis casados veinticinco años, lo hayáis conseguido todo en esta vida y ya nada os haga ilusión, y menos unos calcetines o un pijama. O quizás sois una pareja que acaba de empezar pero no cree en la Navidad. Ojalá estéis toda la vida juntos para que no nos amargueís a los demás. 

Esta escala de conversión no solo sirve para definir relaciones de parejas también se puede utilizar para resolver el clásico dilema de: “a quién quieres más, ¿a papá o mamá?” Solo hace falta cambiar la pregunta por: ¿Qué le has comprado a papá? ¿Y a mamá? O papá, papá. O mamá, mamá. O papá, mamá y vínculo cuatro. O lo que queráis. Feliz Navidad.