DÍA 1
– ¿Elizabeth I of Madrid o Isabel de la tormenta, rompedora del comunismo, madre de hosteleros, reina de Chamberí? Todavía no he decidido cómo presentarme ante América.
– ¡La herencia española está en todas partes! Me han invitado a una cosa muy parecida a una procesión de Semana santa. Ha sido por la noche y todos llevaban trajes blancos de nazareno, lo único es que llevaban antorchas en vez de círios (Aquí todo es a lo grande). Al final han plantado una cruz enorme delante de una casa y le han prendido fuego, seguidamente han quemado la casa entera. Mira, un poco como las fallas.
– Gracias a mi gestión liberal de la pandemia Madrid hoy es un lugar mejor. Y más jóven.
DÍA 2
– Se me ocurre que podríamos fundar un Madrid aquí, en EEUU, que es el corazón del mundo libre al fin y al cabo. Igual que hay un New York o un New Hampshire ¿Por qué no un New Madrid?
– Ellis Island. Qué bonita la estatua de la libertad, no he podido evitar sentirme identificada. Luego me han contado que era dónde llegaban los inmigrantes y me ha dado un poco de asco.
– No hay marcha en Nueva York, y los jamones son de York… Jodido Nacho, sus canciones son pegadizas…
DÍA 3
– Reunión con varios fondos de inversión. Les he hecho un power point con fotos de los hospitales que quedan por privatizar en Madrid y todo el parque inmobiliario que tenemos con miles de familias esperando ser desahuciadas por algún inversionista emprendedor.
– Yo soy liberal, tú eres liberal, él es liberal, nosotros somos liberales… Dios, me encanta…
– Le he escrito a Biden ofreciéndole un ejército de madrileños para vencer a los talibanes. No me ha contestado aún.
– Me preguntan mucho por el volcán ese que ha erupcionado a las afueras de Madrid.
DÍA 4
– El comunismo ha llegado al Vaticano. El Papa ha dicho no sé qué de pedir perdón a los indígenas ¡Es indignante! Si tanto le gustan que se los lleve a su casa. Si es que no hay argentino bueno. Perdón, sí. Videla. Y ya.
– Nosotros les llevamos la civilización, la libertad, la paella, el español ¡El fuego! Y además le hemos encontrado un uso cultural a sus pirámides.
– ¡ Que no me jodan que llamo a la Monasterio e invadimos México en dos patadas!
– ¿ Me echarán de menos mis madrileños? Temo que si estoy fuera muchos días Madrid se resquebraje. ¿Y si la invaden los manchegos? O peor ¡Los catalanes!
– Aquí solo hablan español los camareros, las limpiadoras y alguna niñera. Es una pena, tengo que hacer algo. El español es demasiado hermoso para dejarlo en manos de esta gente.
– Iba a traerme a Toni, mi fiel escudero en la defensa de nuestra pobre y amenazada lengua, pero me da un poco de miedo que le de uno de sus prontos, me deje y se haga del partido republicano.
– El tito Aznar es muy pesado. No para de mandarme mensajes contándome lo que lo admiraban en Estados Unidos y lo bien que se llevaba con Bush. Y esto todavía, pero mandarme también vídeos suyos haciendo abdominales…
DÍA 5
– Hoy Madrid, mañana España y luego ¿Estados Unidos?¿El mundo? ¡Por qué no?
– Hoy por fin he tenido una entrevista con el Washintog Post. O eso creía yo, porque al final ha resultado ser Miguel Ángel Rodriguez disfrazado con unas gafas y bigote. Le ha delatado el aliento.
– ¿Liberyuso? ¿Díazbertad? ¿Isabertad? ¿Liberabel…? Para, Isabel, para…
– España hizo grande a América, Trump también, pero nosotros primero.
– Mónica se está pasando un poco con el ghosting ¡La muy perra me ha bloqueado también en Instagram? Será picajosa la medicucha esta…
– El indigenismo es ETA. Sí, indígenas estadounidenses, los tentáculos de ETA son infinitos…