Carta de un ex arrepentido a su antigua moneda

Mi muy queridísima Peseta;

¿Qué tal estás? Espero que bien después de todo este tiempo… ¿Hace cuánto ya que no nos vemos? Habrán pasado, no sé, ¡lo menos 20 años! Desde que, bueno, desde que estoy con, ya sabes…

La verdad, me está costando bastante escribir esta carta, es como que no encuentro las palabras, siempre he sido malo para estas cosas, ya lo sabes…

Quizás te sorprenda que te escriba. Al fin y al cabo, desde que nos separamos no te he vuelto a hablar. Perdona por eso, anduve liado… Pero hoy me apetecía hacerlo… La verdad, me acuerdo mucho de ti, de nosotros, Peseta. Pesetiña, te acuerdas que te llamaba así? Jajaja, te encantaba, ponías esa sonrisa…

Ha pasado tanto tiempo, todo es tan diferente ahora…

Tengo que serte sincero, Pesetiña… No estoy bien. Mira, cuando lo dejamos y me fui a vivir con Euro… Al principio todo muy bien. Viajamos, vivimos, reímos… Yo era feliz, divisaba un futuro solvente avalado por el cariño, la comprensión y el amor. Hice un depósito de confianza a largo plazo, pero…

Desde hace un tiempo… No sé, ella ha cambiado. No la reconozco, no es como cuando la conocí. Se ha ido convirtiendo en otra cosa y, ya no es lo mismo. No sé, Pesetiña. La relación está algo gastada. La verdad… la verdad es que se gasta a pasos agigantados, la relación, sinceramente. Se gasta mucho, pero mucho, eh. Cómo se gasta! Todos los días un poco más, y yo lo paso mal porque no sé qué hacer para evitarlo… No sé, es una situación difícil y, la verdad, me está costando. Me está costando mucho, Pesetiña. Puf! Todo me cuesta una barbaridad, el día a día, qué digo, el hora a hora, me cuesta, todo me cuesta mucho. Y cada vez va a peor, cada vez es más difícil y de un día para otro, así como si nada, lo que ayer no me costaba tanto, pues hoy me cuesta el doble, o el triple! Joder, es muy difícil, todo esto, Pesetiña, madre mía. Estoy fatal, no creo que pueda aguantar así mucho tiempo, esta crisis me está pasando factura, no te haces una idea…

Cuando pienso en el pasado, en nosotros…

Cometí un error, Pesetiña mía. Nunca debí dejarte. Fui un puto estúpido, pero tienes que entenderlo. Cuando me fui con ella era joven, alocado, y me pudo la impulsividad. La veía a ella tan moderna, tan cosmopolita, y a ti, bueno, no te ofendas Pesetiña, pero eras más cerrada, más de pueblo, con esos quilos… Joder, no supe ver el valor que tenías. Ahora me doy cuenta de que todo aquello eran ventajas. Contigo todo era perfecto… ¿Recuerdas aquellos viajes que hacíamos, de pueblo en pueblo? ¿Te acuerdas de los poemas que te escribía, en mi libreta? ¿Te acuerdas de cómo te tocaba el agujero?

Joder…

Te echo tanto de menos, Pesetiña… Mi Pela, Taleguito de mi alma, mi Perra Gorda… Teníamos tantos apodos jaja, nos encantaba… A Euro le parecen infantiles, no le gustan…

Fui tan feliz contigo. Me dabas tanto por tan poco… Te entregabas sin reservas y yo te menosprecié. Qué necio he sido. Nunca debí cambiarte por ella, he salido perdiendo, ¡y de qué manera! Me arrepiento. Estoy en deuda contigo. Perdóname.

Me gustaría verte, Pesetiña.

Sé que quizás estés enfadada conmigo, y tienes todo el derecho del mundo. Supongo que estos años habrán sido difíciles para ti… No sé si me quieres todavía, o si me tienes algo de aprecio, pero…

Necesito verte.

Si tú también quieres verme y que todo vuelva a ser como antes, te espero el próximo viernes a las 18:30 en calle de Alcalá 48. Yo estaré allí, esperándote, llevaré churros.

Te quiero, Pesetiña mía.

Tu amor, que te echa de menos,

Anxo Vidal Nogueira
Anxo Vidal Nogueira
Galego de Gallicia. Joven y lozano. Físico de formación. Cómico de stand-up y de más cosas. Escritor, a pesar de que las editoriales no se lo acaben de creer.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más cosas

Papá Noel Reanimated

Cabeza temporal