Si se te acerca un hombre con un gato hidráulico, te dice que es mecánico, que tu coche está estropeado y que te lo arregla por seiscientos euros, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!
Si llama un hombre a tu puerta con una llave inglesa, te dice que su nombre es Roberto Beltrán, tiene tres niñas y otro chiquillo en camino, es fontanero, que tienes una fuga en la leva de la válvula de la bola de la ducha y te lo arregla por cuatrocientos euros, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!
Si mientras estás en la frutería de la Marisa comprando peras blanquillas porque vas a cocinar un pato a la catalana, se te acerca un hombre con un casco de astronauta, te dice que se llama Elon Musk y que la Tierra va a explotar dentro de catorce horas y treinta y ocho minutos, pero que te vende un billete para viajar en su cohete NAZ-1 a Marte (el planeta rojo de la libertad), donde podrás vivir feliz y por tan solo cuatrocientos setenta y cinco mil dólares, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!
Si andando por la calle, te para un hombre con el pelo largo muy grasiento, un parche en el ojo, un loro en el hombro, una sierra y dos maderos, te dice que tus piernas no funcionan del todo bien y que por un paquete de tabaco y una botella de grog te las corta y te cose unas nuevas y más duraderas, aunque tendrás que lijarlas y barnizarlas al menos una vez al año, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!
Si mientras estás cocinando el pato a la catalana, Brad Pitt entra por la ventana de tu comedor después de escalar con una cuerda la fachada del bloque, se desnuda, empieza a hacer abdominales, luego unas cuantas flexiones, se restriega por el pene el taco de la mantequilla del desayuno, te dice que tienes la casa muy estropeada y que te la pinta y la redecora mientras te hace el amor por cincuenta euros, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!
Si conduciendo por la autopista A3 dirección Requena, cerca del área de servicio El Rebollar, un Dodge Charger de 1968 modificado te golpea en un lateral, te saca de la carretera, das cuatro vueltas de campana barranco abajo y mientras estás intentando quitarte el cinturón de seguridad desangrándote por varias partes del cuerpo, aparece el actor Vin Diesel, te rescata del fuego, una vez fuera te da unas palmaditas en la espada, te dice que en realidad se llama Dom y que te ha reclutado para robarle cien millones de dólares al corrupto narcotraficante Hernan Reyes en Río de Janeiro y que el plan incluye arrastrar con unas cadenas una caja fuerte gigante con un coche de alta gama trucado, pero que para formar parte de su equipo tienes que pagarle siete mil doscientos noventa y un euros, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!Si mientras te estás tomando un café en el bar del Aurelio en la calle Villamartín de Cartagena, se te acerca un hombre con una bandera de España y unos folletos, te dice que es político del PP (o de VOX, lo mismo es), que la situación de los servicios públicos están muy mal, que la inmigración es un grave problema que trae delincuencia, violaciones y robos, y además está quitándole el empleo a los españoles de bien, que el independentismo catalán y el nacionalismo vasco van a acabar con la unidad territorial destruyendo el país y llevándolo a un caos lovecraftiano, dantesco y kafkiano, que Pedro Sánchez es un dictador hijo de la gran fruta, me cago en sus huertos, y que él lo arreglará todo, bajará los impuestos, te subirá el salario y hará accesible la vivienda para las clases más desfavorecidas si le votas, no te fíes. ¡Es una ESTAFA!


