Uno que dice la verdad todo el tiempo y otro que miente siempre. Pero al gato eso le da igual, porque lo único que quiere es entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir y entrar y salir…