Por qué dejé mi puesto de directiva por mi pasión: el Excel

Año 2017. Dirigía el departamento de Workflow Compliance en una gran empresa. 45 días de vacaciones. 15 pagas anuales. Viajes al extranjero. Una agenda de tapa dura gratis cada año.

Sabía que, pese a tenerlo todo, algo no iba bien. Eso sí, al llegar a casa, podía ser yo y dedicar mi tiempo a lo que de verdad me apasionaba. Cada noche, el mismo ritual: cenar, encender el portátil y «A1, fx, B3, C55…». En la oscuridad de mi habitación, la luz de una nueva hoja de cálculo en blanco me hacía sentir libre.

Las fórmulas y posibilidades que ofrece Excel han marcado mi vida desde bien pequeña. Aún recuerdo cuando le dije a mi madre: «Carlos nos ha invitado a todos a una fiesta de pijamas; dormiré en su casa». ¿Todos? Yo solo sabía de rangos de celdas, barras de fórmulas y autorrellenos. Esa misma tarde, con el DNI falsificado, puse rumbo en un Alsa a Toledo para participar en el XV Curso Avanzado de Excel para profesionales. Era la única manera de conectar con lo que me movía. Después, siguieron Huesca, Burgos, Valencia, Elche… C1, H8, X66. Los límites los pones tú.

Pasaron los años y seguía en la rueda de hámster como una más. Hasta que un día lo vi claro. Quería buscar mi propósito. Dejé mi empleo, solté el yugo: ahora tendría tiempo de nutrirme de mi pasión. Por las mañanas, practicar nuevas fórmulas de Excel. Por las tardes, ver tutoriales de YouTube sobre Excel. Por las noches, comentar en los foros de Microsoft Support.

Ahí conocí a autosuma_96. Nadie como ella supo ver el talento que había en mí. «Nunca había conocido a nadie que resolviese las dudas tan rápido. Se te van a rifar como auxiliar administrativa, maja». Sus palabras aún resuenan en mi cabeza. Nadie le había resuelto una duda tan rápido. Si una persona a 300 kilómetros de distancia me había necesitado ¿por qué no iban a requerir mis destrezas en otro lugar más cercano? Era la mejor haciendo fórmulas y a nadie le gustaba Excel tanto como a mí. Auxiliar administrativa: ella verbalizó el deseo que llevaba conmigo desde que nací.

Cerca de mi casa, hay una pequeña empresa de alicatados. «Azulejos Citores e Hijos». Años y años buscando el éxito fuera y quizás solo estaba a unos pasos de mi portal. Quería ser auxiliar administrativa allí. Que mi don no resultase en vano. Aportar valor y realizarme como persona. «Azulejos Citores e hijos». No es casualidad; si lo piensas, las celdas de Excel son como los azulejos: los hay más cuadrados, más rectangulares, de distintos colores… Era el sitio perfecto.

Yo no soy como el resto de la gente. En mis años de ejecutiva comprobé que la autenticidad es lo que te hará destacar. No iba a dejar el CV ni nada por el estilo. Me decidí a hacer un primer acercamiento en persona, interesarme por su producto y su misión, que vieran mi entrega, pero sin que resultase demasiado obvio.

Les encargué el alicatado de toda mi casa, menos del baño, para demostrarles mi manera de pensar out-of-the-box. Tras semanas de obras, me acerqué a quien, por lo que se desprendía de su actitud, llevaba la voz cantante. «Señor Citores, ¿alguna vez ha pensado en cómo una buena gestión de Excel podría optimizar sus ganancias?». Me miró pasmado. «Perdón, el señor Citores y sus hijos traspasaron el negocio hace seis años. Yo soy Jeremías; si le sirve de ayuda, le podemos pasar esto sin factura y nos ahorramos el IVA». Años de sueños, meses de preparación, decisiones trascendentales… Todo para que dos frases lo dinamitasen todo.

Aún recuerdo las noches en vela después de presenciar cómo se desmoronaban mis aspiraciones. Con el nuevo suelo, los días lluviosos la casa está resbaladiza. Un día, tuve la mala suerte de caer de bruces y dislocarme la rodilla.

No me rindo, si hay una llama dentro, no debe apagarse. Ahora, como toca guardar reposo, grabo tutoriales de Excel para YouTube. Hay miles en Internet, pero ninguno como los míos, porque yo no soy como el resto.

Marina Alias
Marina Alias
Marina Alias es de Burgos y vive en Barcelona. Escribe, hace stand-up, hace impro y retiene un sinfín de datos inútiles en su memoria. ¿Sabías que la madre de Greta Thunberg representó a Suecia en Eurovisión en 2009?

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