Datos del paciente
Paciente: Manuel Barriga Fuerte
Fecha nacimiento: 17/06/1979
Sexo: Hombre
Dirección: Calle Soledad nº100, 4ºA – 89900 Macondo (Asturias)
Datos del profesional
Nombre y apellidos: Ana Tomía Salvadora
Colegiado nº: 3467
Nombre del centro: Servicio Nacional de Salud
Observaciones:
El paciente asiste a la consulta para recibir los resultados de las analíticas, enmarcadas dentro de su revisión anual. Ante los valores arrojados por estos, se le pregunta acerca de sus hábitos alimenticios. Se muestra incapaz de concretar una respuesta clara, con expresiones vagas del tipo “yo como de todo, un poco de esto y un poco de lo otro” o “comer, como bien, a veces como mal pero solo cuando no como bien”. Se le pide por tanto que resuma las comidas de su última semana. Responde lo siguiente:
Pues veamos, no es que yo tenga muy buena memoria que digamos, pero bueno. Todavía me queda algún resto entre los dientes, así que malo será que no me acabe acordando.
A ver, el lunes fácil, mi padre hizo una parrillada de cerdo y ternera con salsa chimichurri. Para acompañar hizo patatas fritas con ketchup y alitas de pollo empanadas. Cenamos un bocadillo de jamón serrano con queso de tetilla gratinado. Muy rico todo, la verdad.
El martes, mi mamá nos preparó… Ah sí, mi mamá nos hizo un pescado frito con pepino aliñado, algo así ligero, pero muy bueno, eh. Para acompañar el pescado, que se hace un poco escaso, hizo unos huevos fritos con patatas, criollo y costilleta de cerdo. A la noche comimos baconizza, que es un invento nuestro de echarle bacon frito a la pizza cuatro quesos.
El miércoles, mi hermana hizo estómago, ¡no! Perdón. Hígado, era hígado, sí, hígado encebollado con cebollas caramelizadas y salsa de queso manchego frito y alioli, el alioli no sé si era manchego o de dónde. De cena, los miércoles tomamos siempre hamburguesa americana completa doble súper maxi tremens, que le encanta a mi madre, y al resto también, la verdad. Yo le quito la cebolla porque sino me repite demasiado, ¿sabe usted? Para acompañar pedimos unas patatas con salsa de yogur. La salsa la pedimos al Döner Kebab, porque la del American Burger no nos gusta demasiado. Como el del Kebab no nos quiere vender la salsa por separado, nos pedimos siempre unos dürüms de cordero que sirven de aperitivo, dos para cada uno.
El jueves y el viernes comimos un cocido que hizo la abuela y mi primo pequeño, les salió muy bueno. Le echaron costilla, oreja, jarrete, lengua, rabo, pierna, ala, muslo, hombro, cuello, hocico, lomo, codo, pezuña, manos, costado y pechuga, tanto de cerdo como de pollo. De verdura teníamos berzas, siempre le echamos un poco de mayonesa para darle algo de gracia. Cenamos macarrones con carne picada, mitad macarrones y mitad carne, con bechamel glaseada, por supuesto, que les encanta a mis hermanas y a mi prima.
El sábado, mi tía hizo un cordero lechal con salsa de nata de no sé qué. No me acuerdo bien porque yo siempre llego al sábado como adormilado, ¿sabe usted? Cenamos empanada empanada, que es una cosa que hacemos nosotros que es echarle pan rallado a la empanada de mejillones y meterla en la freidora. Se lo recomiendo.
El domingo siempre vamos a comer por ahí todos los tíos y los primos. Lo pasamos muy bien, hablamos del fútbol y compartimos recetas para hacer la semana siguiente. De primero tomamos unos callos, yo aparto los garbanzos porque no me gustan mucho, y de segundo un chuletón semicrudo con croquetas rellenas de patatas fritas. Cenamos algo ligero, un yogur griego y fresas con nata.
De bebida, cerveza o coca-cola, siempre, salvo en el desayuno, que tomamos fanta de naranja, porque tiene mucha fruta.
Se le comunica entonces al paciente que sus niveles de colesterol son muy preocupantes, y que es necesario hacer algo al respecto si no quiere correr el riesgo, ya muy elevado, de un accidente cardiovascular. El paciente responde:
No, mujer, no, doctora. No se preocupe por el tema del colesterol. Eso no hay quien lo arregle, ¡es genético!
Se le pregunta al paciente cómo sabe que la causa de su colesterol es genética, responde:
Pues porque todos en la familia lo tenemos altísimo.