7 hábitos que te hacen ser pobre sin darte cuenta

1.No tener dinero. Este es el hábito de pobres por excelencia. No tener dinero es una mala costumbre, en la mayoría de los casos, heredada de los padres, que a su vez lo heredaron de los abuelos, y así se lo van pasando de generación en generación sin que nadie se dé cuenta de que no tienen dinero ni haga nada al respecto. ¡Cambia el patrón! ¡Ten dinero!

2.Comprar compulsivamente y de manera inconsciente. Eso puede llevarte a la ruina, así que mira a ver esas compras compulsivas de pizzas de piña caducadas que consigues a través de esa app donde los restaurantes y supermercados locales ponen a la venta todos sus desperdicios. ¿No te das cuenta de que podrías ahorrarte el dinero yendo directamente al contenedor de la basura? ¡¡Que son gratis!! Ay, ay, ay… a ver si entrenamos esa mente ahorradora. Así no me extraña que seas pobre.

3. Esperar que la gente te pague por trabajar. Trabajar por dinero es el típico hábito de pobres que, sin ellos darse cuenta, demuestra falta de altruismo y de solidaridad. Es que los pobres estáis siempre pensando en el dinero ¿eh? ¡Venga dinero! ¡Dame dinero! ¡Dinero y más dinero! ¡Serás materialista! Y también… ¡pobre! Solo los pobres intentan aprovecharse de la gente a la que ofrecen sus servicios intentando sacarles dinero a cambio. Ratas, más que ratas.  ¿Cómo osas tan siquiera pedir que te paguen el dinero que te llevan debiendo seis meses? ¡Cambia esa mentalidad de pobre y así dejarás de ser pobre!

4. Esperar que papá Estado te dé todo hecho. Tú lo que quieres es irte de viaje paradisíaco a vivir como un rey con las subvenciones del Estado.  ¡Llenos están! ¡Llenos, llenos! ¡Llenos están los puertos de Mallorca y de Marbella de yates de gente que, sin darse ellos cuenta, están viviendo del Estado! Por Dios, ten un poco de decencia que se te ve el plumero Baldomero.

5. No tener objetivo a largo plazo aparte de sobrevivir.  Prioriza, establece goles que vayan encaminados a mejorar tu calidad de vida. No tienen que ser grandes goles ¿sabes? Empieza con cosas pequeñitas, como por ejemplo comprarte un juego de sartenes de seiscientos euros. Poder es querer, así que… ¡quiere un juego de sartenes y tu vida mejorará muchísimo!. Irás al trabajo más contenta sabiendo que ahora puedes cocinar tu huevo frito… o espera, no, ¿patatas con arroz? No… eh… a ver, ¿qué eso que hay ahí detrás?, ¿un limón con moho? Bueno pues, tira, tú dale. Dale al limón con moho, que en una sartén de seiscientos euros seguro que sabe a gloria. ¿Tendrás que hacer un montón de horas extra para poder pagar el crédito que has pedido al banco para comprarte ese juego de sartenes tan bueno? Sí, pero serás más feliz, créeme. Porque con una sartén de seiscientos euros vas a ir más feliz al trabajo, al banco, a la tienda, y a todos los sitios que te dé tiempo de ir en tus quince minutos de descanso. ¿Cómo? ¿Que no tienes quince minutos de descanso? Bueno, pues no sé… llévate la sartén al trabajo, que algún uso le darás. Si en el fondo la vida es más sencilla de lo que parece, pero nos mola mucho complicárnosla.

6. Comer, dormir, cagar y otros hábitos que haces para procrastinar sin darte cuenta. Estar demasiado ensimismada en cubrir tus necesidades básicas te hace procrastinar sin darte cuenta y, como consecuencia, ser pobre. Qué va a ser lo próximo, ¿masturbarte para “hacerte a ti misma”?. Estás en la cumbre de la pirámide Amancio Ortega de la Vagancia y lo sabes. Venga coge la máquina de coser que te vea yo, y aprovecha ahora que hay luz del sol y solo se ha caído una parte del techo de la fábrica.

7. No tener espíritu luchador. Repite conmigo RE-SI-LIEN-CIA. Espera, mira, que te lo explico *puñetazo en la cara* venga, no llores, levántate… a ver, otra vez,  RE-SI-LIEN-CIA, vamos, repite conmigo, ¡Venga, que tú puedes! … ¿a ver ? *puñetazo por segunda vez* muy bien amiga… tranquila, que vas a levantarte. ¡Levántate y lucha! ¡Lucha! ¡Joder, lucha! ¿Contra quién? ¡No sé, pero tú lucha!         ¡Lucha por tus sueños, que es lo que tienes que hacer.! A veeeer, ven aquí, que te veo un poco alelada. *puñetazo por tercera vez* Venga, ¡Arriba y arriba! ¡Arriba y arriba! Baambaa bambaa. Baaamba bambaaa. ¿A que ahora ya te sientes realizada no siendo marinera y siendo capitana? Bambaaa bambaaa ¡Whoooooah!

Alba Late
Alba Latehttps://uranusmagazine.com/
Es corresponsal exiliada en Urano www.uranusmagazine.com. Estudió Mediocridad Aplicada. No se ha leído El Quijote y se bajaba por Emule las pelis en español de los libros que se tenía que leer en inglés. Ganó un jarrón de cerámica con dragones orientales y asas bañadas en oro en el torneo de ajedrez de las fiestas de su pueblo. La vida le va bien.

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