Una filmografía necesaria, breve repaso a la carrera del director de cine malayo Datuk Razak

Datuk Razak nace en Pontevedra en 1994 de padres aragoneses.

Al poco de nacer ya se advierten signos de su precocidad futura. A los 11 años sabe hilar, a las 12 sabe coser y a los 14 aprende otra vez a hilar porque se le había olvidado a los 13. Tamaño infortunio hace que Datuk madure rápido y, tras una breve carrera como inspector de Hacienda, ingresa en la Escuela de Cine de Tombuctú a la edad de 18 años. Allí hace enseguida amigos: Ernest, un estudiante checoslovaco, apasionado como él por el cine experimental subsahariano, y Ernest, otro estudiante checoslovaco apasionado también por el cine experimental subsahariano pero un centímetro más bajito que el otro Ernest. Otro estudiante checoslovaco apasionado por el cine experimental subsahariano llamado Ernest intentará entrar en el grupo, pero será rechazado por Datuk tras acusarle de “terrible jugador de ping pong”.

En Tombuctú Datuk y los dos Ernest son felices. Estudian cine por las mañanas y viven la noche africana a tope. Como era de esperar, contraen sida. La enfermedad, según Datuk, la contrajeron en la biblioteca de la escuela al manipular un libro de Murakami en mal estado. A pesar del alarmismo inicial -el sida hacía que se comportaran como el cocinero José Andrés-, la afección será tratada con éxito por un curandero local: Amadour Traoré, al que Datuk, agradecido, convertirá en amante -con lo que contrae el sida otra vez- y protagonista de su primera película: “Encías supurantes”, una ácida comedia de ritmo endiablado dialogada en bable, con la que Datuk gana el primer premio del Festival de Cine de Addis Abeba. Datuk intercambia las dos cabras del premio por un billete de autobús y abandona Tombuctú, harto de la mala conexión wifi de la ciudad maliense y harto también de no poder encontrar nunca unas patatas a la riojana en condiciones. Se muda a Ciudad Real, hasta que descubre que la ciudad manchega no es “la capital mundial del cine”, como le había asegurado un tal @cachondoguasón en una conversación por twitter. Datuk se muda a París. Allí dirigirá seis películas, una por año, con las que, según Vicente Del Bosque, reinventa el Cine. Se trata de una filmografía necesaria y comprometida con la que Datuk pretende darle el golpe de gracia a la civilización occidental, a la que él considera corrompida y decadente y culpable de su halitosis.

La primera película es “Mata Asesina Decapita Degüella”, una obra luminosa de mensaje optimista. Tras esta rodó “Despierta”, gozosa tragicomedia que narra la historia de Ahmed, un niño uzbeko de 47 años que intenta despertar durante dieciséis horas seguidas a su abuela Tere, en coma tras una indigestión de patatas bravas. Se trata de un único plano de dieciséis horas de duración de la mano de Ahmed moviéndose lentamente de izquierda a derecha. La belleza de la propuesta y la banda sonora elegida, el propio Ahmed borracho imitando a unas grullas, hizo que la experiencia de ver la película fuera definida por Carlos Boyero como “sentir que te aplastan los huevos con una prensa hidráulica”. La siguiente película es otro clásico: “¿Quién da la vez?”. La protagoniza Ismael, un inocente y tierno inmigrante congoleño que huye del exceso de cayena que ponen en todas las comidas de su país. Acompañamos a Ismael en su cruel deambular por El Corte Inglés de Preciados. La incapacidad de Ismael para encontrar la salida del centro comercial sirve como metáfora del nihilismo y la decadencia moral del europeo medio que no ve La Sexta. Entrevistado Datuk por Jordi Évole, fan suyo declarado, le confiesa que él a la paella le echa siempre guisantes.

Acusado por sus críticos de oportunista por sumarse al carro feminista en su siguiente película, la poética y sutil “Llegó la hora de cortar todos los testículos” Datuk respondió que “para nada” y que lo de que “había que destripar a todos los machirulos pollaviejas” lo había dicho desde la tolerancia y el respeto.

Datuk se siente libre: empieza a caminar en cuclillas, deja de beber zarzaparrilla y proclama que rodar con una cámara es cosa del pasado y una imposición cishetenormativa: “en el futuro rodaré con un calabacín”.

Llegaron dos obras maestras más: “Casablanca”, una reinterpretación del clásico de 1942. Sobre las imágenes del film original Datuk superpone diálogos extraídos de “Tiempo de Juego” de la cadena Cope. Ver a Bogart y Bergman mientras escuchamos a Paco González, Manolo Lama, Pepe Domingo Castaño y Poli Rincón comentar un Real Madrid-Betis hace que salgas del cine muy enfadado gritándole a tus amigos que la próxima película la eliges tú.

La crítica cae rendida a los pies de Datuk, cosa que le provoca una gran inquietud, ya que no sabe que hacer con toda esa gente tumbada delante de él. Esta situación le hace entrar en crisis. Una depresión aguda le lleva a dejar de decir la letra e y a hacerse las ingles brasileñas. Lo que antes eran certezas ahora son dudas. ¿Está haciendo lo suficiente por atacar al pérfido Occidente? ¿Debería confesarle a su novia que no le gusta nada que ella le susurre “rico rico y con fundamento” mientras hacen el amor? Abandona el que iba a ser su siguiente proyecto, “No, si eso es como todo”. Según los afortunados que pudieron leer el guión -el futbolista Lucas Vázquez y Pierre, el charcutero de Datuk a quien el director malayo ofreció el guión a cambio de cien gramos de salami- aseguran que en esas 3 páginas estaba “todo”. Pero Datuk que, tras una profunda reflexión personal que le ha llevado a dejar de sentirse un hombre -ahora dice ser una linotipista sueca de 1930 y pide ser tratada como tal-, ha cambiado. En una entrevista al medio digital “Woke no, lo siguiente” Datuk anuncia que no hará “No, si eso es como todo”. La cultura se queda sin el que iba a ser el cañonazo definitivo contra el machismo, el sexismo, el racismo y los aguacates. A cambio, Datuk rodará el que declara será su proyecto más personal: un anuncio de Factory Colchón protagonizado por Froilán y Victoria Federica.

Lo último que se sabe del genio malayo es que varias cuentas progresistas de twitter han pedido su cancelación por apropiación cultural. Al parecer Datuk se disfrazó de Amaia y Alfred en una convención de Eurofans. Será fusilado en breve. 

Alberto López
Alberto López
Alberto López es guionista. "Siete Vidas", "El Intermedio", "El Ministerio del Tiempo", GQ, Cinemania o El Mundo Today han tenido la suerte de poder contar con su pluma. También ha escrito para Paquirrín.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más cosas

Papá Noel Reanimated

Cabeza temporal