El tercer molar de mi maxilar superior

Hace tres semanas me quitaron la muela del juicio. La de arriba a la derecha. O izquierda, según se mire. Según el dentista, la número 16. Yo no sabía que los dientes se clasificaban en números. Cuando me enteré no pude evitar pensar que los dientes son como prisioneros encerrados en tu boca. Supongo que por eso les ponen brackets cuando se separan, para que no se escapen. 

No sé si alguna vez os han quitado un diente alguien que no sea tu padre, tu madre, tu hermano o hermana mayor. A mí no hasta hace tres semanas. Es raro. La última vez que me quitaron un diente tenia 12 años y aún existía el Ratoncito Pérez. Yo ya sabía que no era de verdad, pero seguía existiendo lo que realmente me hacía ilusión: el trueque diente por dinero. Ese fue mi último diente de leche y la última vez que recibí dinero por quitarme un diente. Lo que aún no sabía, y aprendí hace tres semanas, es que a partir de los 12 años ese trueque te sale a pagar.

Con el último dinero que mis padres me dieron a cambio de una parte de mi cuerpo, me compré un sobre de cartas de Pokémon. Me tocó un Charizard. Creo que ahora valdría mucho dinero, pero en su día la cambié por un montón de tazos, también de Pokemón, que ahora no valen nada. Nunca se me han dado bien los negocios. Ni los tazos. Supongo que por eso que aún no me atrevo a invertir en bolsa.

A mí nunca me habían quitado una parte de mi cuerpo así, de manera “profesional”, con anestesia y todo eso. Bueno, de pequeño me quitaron algunas verrugas dentro de la nariz, pero en ningún momento noté que estaban arrancaban una parte de mí de raíz. Literalmente. Aunque, cuando me quemaron las verrugas, mis padres me regalaron un muñeco de Woody por lo bien que me porté. Cuando me quitaron la muela nadie me regaló nada. El dentista me preguntó si quería la muela y le dije que no, pero me hubiera hecho ilusión que me la hubiera regalado sin decirme nada. Quizás no me porté lo suficientemente bien.

Cuando mi molar número 16 decidió salir yo tenía 19 años y una novia que se llamaba Irene. Bueno, en su día no nos considerábamos novios, pero con el paso de los años, te das cuentas que son más novias las chicas con las que solo te has besado que con las que te has llegado a acostar.

Llevo tres semanas pensando que quizás debería llamar a Irene y decirle que ya me han quitado mi primera muela del juicio porque me empezó a salir en nuestra segunda cita. Quizás fue una señal o quizás por eso nunca llegó a funcionar lo nuestro. Creo que decirle a alguien “creo que me está saliendo la muela del juicio” da más impresión que un “te quiero”. Se nota que vas mucho más enserio. Pero ahora que ya no tengo esa muela quizás podamos volver a retomar lo nuestro. Siendo sincero, no logro recordar por qué lo dejamos. Creo que no me gustaba como besaba, pero claro, quizás fue culpa mía, o mejor dicho del tercer molar de mi maxilar superior.

El otro día comprobé que aún tenía el número de teléfono de Irene y casualmente, acaba en 16. Quizás sea otra señal. Sea como sea, este año he comprado el número 00016 de la lotería de Navidad para ver si en el trueque dinero por diente, al final, me vuelve a salir a devolver.

Alexis Deiz
Alexis Deiz
Alexis Diaz o Deiz (Según el día) A+. Virgo. 99,5kg. Escucho a Romeo Santos más de lo que me gustaría reconocer. Soy el bueno de @ajajojejo y el guapo de @guayraroguapo

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