5 señales de que tu empresa piensa despedirte

El mundo laboral está lleno de retos que nos permiten probarnos como expertos en nuestro sector y seguir creciendo profesionalmente. Uno de ellos y, probablemente, el más desafiante, es enfrentarse a un despido. En EEUU, cuna de la civilización, el avance, el progreso y el uso de las armas con fines terapéuticos, entienden los despidos como una oportunidad para comenzar de cero y por qué no, lanzarse a montar ese proyecto soñado. En España también se puede ver como una oportunidad, de descubrir cómo es lo de vivir en la calle, sí, pero una oportunidad al fin y al cabo. 

Si sientes que en tu empresa pasa algo, que ya nadie te invita a las birras de los jueves ni te cuentan qué serie están viendo o que tu jefe te evita por los pasillos, es muy posible que debas ir actualizando tu currículum en LinkedIn. Para ayudarte a identificar tu inminente despido, hemos preparado esta lista de señales que demuestran que tu empresa está pensando en prescindir de tus servicios:

1.     Tu jefe ha dejado de hablarte y se comunica contigo por medios tradicionales como emails con mensajes pasivo agresivos: “siento que no me valoras lo suficiente”, “si de verdad te importo lo harás por mí”, te deja post-it en la mesa del tipo “tenemos que hablar”, No quiero ponerme a la defensiva, pero…», «Siento que te haya molestado, pero ya sabes cómo funciona esto», «Soy una persona muy ocupada. No tengo tiempo para tus reproches», “PARA ESO SIRVE EL DINERO”.

2.     De repente tu carga de trabajo disminuye: tu lista de tareas ha pasado de ser infinita a centrarse en mantener las plantas de la oficina hidratadas (tardaste una semana en descubrir que son de plástico) y ponerte al lado de la fotocopiadora cuando falla para decir “esto va a ser del tóner”

3.     En las reuniones hablan mucho sobre la gente que sobra en la empresa: “no queremos mirar a nadie, pero…”, “en esta empresa hay personas, que no quiero decir quién es, pero que es Ramírez…”, “el departamento de gestión de residuos ha elevado su gasto trimestral un 300% por culpa de alguien que tira el envoltorio de los quesitos Babybel en el plástico cuando claramente es orgánico porque se puede comer”

4.     Un día llegas a la oficina y te han cambiado tu silla por una rota. Que realmente todavía se puede utilizar, pero a la que le falta una ruedita y te obliga a arrastrarte haciendo un ruido muy desagradable que recuerda a rayar una pizarra con un tenedor.

5.     Este año no te ha tocado cesta de Navidad porque se han gastado los jamones ibéricos y para ponerte una paletilla mejor no te daban nada, que queda cutre. Tampoco te invitaron a la cena de empresa y cuando preguntaste te dijeron “pásate si quieres, ¿quién te lo impide?”, y cuando llegaste te tocó hacer las fotos de empresa.

Compañeros de trabajo que te evitan, jefes que empiezan a comunicarse contigo poniéndote en copia en correos en los que hablan indirectamente sobre lo mal que lo haces o mensajes intimidatorios que aparecen en tu mesa. Cuando despiden el email con «un cordial saludo», cuando te van cambiando de mesa y cada vez estás más cerca de la puerta del baño, cuando aparecen cajas de cartón encima de tu escritorio, cuando cada semana te piden que entres un poco más tarde, cuando tardan 5 minutos en aceptarte en la reunión del Zoom y te das cuenta que se quedan ahí en silencio esperando que seas el primero en colgar, cuando te obligan a empezar a fumar para que te tomes descansos fuera de la oficina, cuando es el becario el que te pide que hagas cosas.

A veces estas señales pueden ser muy sutiles, por eso es importante estar alerta para identificar estos símbolos del desastre que se aproxima. 

Zulay Montero
Zulay Monterohttps://zulaymontero.com/
Escribo porque si no mi cabeza explota. Storyteller o cuentacuentos con muchas ideas y muy poco tiempo. A veces...yo que sé.

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