El Rey Campechano* es una figura de acción. Su caja de voz se activa tirando de una cuerda atada a una arandela con la que es capaz de decir muchas frases simples como:
Niño, ¿quiere un millón de euro o no?
Escuchad mi podcast, está bastante fresco.
Este es mi disco más personal hasta la fecha.
Demuéstrale al mundo que has salido de tu zona de confort.
La resaca se cura con cerveza, jejejejejeje.
¡Y dale con el cambio climático!
¿Nos echamos una partidita al Metal Gear?
Garson, ¿me enciendes la máquina, silvuplé?
Yo es que sin un carajillo no soy persona.
¿No te gusta la moto con sidecar que te he comprado?
El final te sorprenderá.
Esto conmigo no pasaba.
¡Hay una serpiente en mi bota!
Qué pasa chavales, equisdé.
¿Te lo vas a perder?
La penúltima y nos vamos.
Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto que te doy mi corazón, ¡tómalo! Tuyo es, mío no.
¿Si sale negativo es que me devuelve Hacienda?
Hay que ver lo cara que se ha puesto la gasolina (con acento portugués)
Pónmela hasta arriba.
Ya, ya, pero ¿esto en pesetas cuánto es?
Q de “Qué reinona”.
A mí no me preguntes, solo soy una chica.
Joder, no sé.
¿Tú sabe cómo se dise diarrea en senegalés?
El único disco bueno de Estopa es el primero.
¿Te vas a comer eso?
Tengo tres piscinas.
¿Cajas? ¿Qué cajas?
Abundalacaca.
Pues mira, un chupito no te voy a decir que no.
Ahora ya no se puede comer ni carne, ni de ná (con acento del Puerto de Santamaría)
Estás en mute, hermano.
El pimiento sabe muy mal.
¡Menuda sardina!
Por aquí ya va tocando otra rondita, jefe.
*El elefante se vende aparte.
